Por Alfredo Martínez de Aguilar
¡Hagan sus apuestas! ¡Cierren las puertas señores! Que la pelea va a empezar en el primer debate. Lucharán cinco candidatos a tres caídas sin límite de tiempo y a calzón quitado.
Al cierre de esta entrega, los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Salomón Jara, y del PUP, Francisco Javier Jiménez, no confirmaron su participación.
En un ejercicio de creación de escenarios futuros podemos adelantar que el candidato del PT, Benjamín Robles, saldrá con todo contra el candidato del PAN-PRD, Pepetoño Estefan.
Este último, a su vez, desde el primer momento enderezará sus baterías contra el candidato del PRI, PVEM, Panal, PES, Alejandro Murat, por ser el mejor posicionado en las encuestas.
Ambos coincidirán en atacar a Alejandro Murat. Sin embargo, perderán el debate, al terminar anulándose entre sí. Permitirán al abanderado del PRI dar a conocer sus propuestas de gobierno.
A pesar del revés del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) y del Tribunal Electoral (TEO) insistirán en su falta de residencia como requisito de elegibilidad.
La coalición Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca (CREO) sabe perfectamente que su impugnación es y será totalmente improcedente. Se trata, en realidad, de una simple necedad.
El principal promotor de las impugnaciones tiene agravios pendientes contra el ex gobernador Ulises Ruiz. Pero contra toda lógica, inexplicablemente pasa la factura a Alejandro Murat.
Entendible, jamás justificable, que el ex gobernador Ulises Ruiz esté molesto porque Eviel Pérez Magaña no fue candidato del PRI. No hay razón para que lo esté a quien agravió.
Los ataques, que no confrontación de ideas y propuestas, a Alejandro Murat girarán, además, en torno del patrimonio inmobiliario de su familia y las denuncias en contra de su padre.
Para desvirtuar dichos ataques bastará que el candidato del PRI muestre, durante el debate en vivo y a todo color, las escrituras de los inmuebles a nombre de su familia, a fin de deslindarse.
Más interesante es que los candidatos participantes en el debate pongan sobre el atril de la discusión qué pretenden hacer para enfrentar la creciente inseguridad y como lo harán.
Los oaxaqueños tenemos derecho a saber, también, qué harán y cómo conseguirán combatir el desempleo, reactivar el mercado interno, abastecer de agua, y resolver los rezagos en salud.
Indispensable es conocer cómo conseguirán la plena consolidación de la Reforma Educativa y la nueva relación con la Sección XXII de la CNTE, y cómo frenar las movilizaciones y bloqueos.
Muy preocupante resulta, por otro lado, que el actual proceso electoral y el propio debate, se vea empañado por la violencia con su secuela de innumerables ejecuciones a plena luz del día.
Porque para nadie es desconocido que la cada vez más brutal violencia que flagela a las diversas regiones del Estado, incluyendo la capital, afecta a los propios candidatos en la actual contienda.
El más afectado hasta ahora es el Partido Renovación Social (PRS), cuyo dirigente y candidato a gobernador, Joaquín Ruiz, ha denunciado que siete de sus candidatos han sido amenazados.
Ruiz Salazar precisó que son siete amenazas de muerte que han sido registrados en su instituto político, seis de éstas a otros tantos presidentes municipales y una a diputado local.
Uno de ellos Hipólito González Alonso y el otro Wilfrido Mejía Juárez, candidatos a la presidencia municipal de San José Cosolapa y de San José Tenango, respectivamente.
El líder y candidato a gobernador del PRS sostuvo que estas acciones dejan a la luz pública una contienda envuelta en la inseguridad que podría agravarse en los próximos días.
El dirigente lamentó que en la contienda electoral que se desarrolla en Oaxaca se viva una guerra por el poder, que sólo provoca daños a la imagen del estado y al proceso democrático.
Por tal motivo, pedirá al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) y a la Fiscalía General de Oaxaca, emitir medidas cautelares a todos sus candidatos.
Hasta ahora el IEEPCO, por su parte, sólo ha reconocido la violencia que se está presentando en las diversas regiones de Oaxaca, aunque no ha considerado pedir seguridad para los candidatos.
La situación, se empieza a complicar a tal grado que, el propio controvertido candidato del Partido del Trabajo, Benjamín Robles Montoya, denuncia que ha recibido varias amenazas.
Durante un mitin en el Istmo de Tehuantepec, el abanderado petista indicó que los mensajes se enfocan principalmente en amenazas para no seguir compitiendo por la gubernatura del estado.
“Nada ni nadie nos va a detener, porque yo sí tengo pantalones y vamos a ganar”, alardeó el senador con licencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a sus militantes.
Robles Montoya no ha descartado que estas amenazas provengan del Gobierno del Estado, luego de los señalamientos que ha realizado en contra del gobernador Gabino Cué Monteagudo.
Mecha corta y siempre echado para adelante, el candidato del PT a gobernador anunció que
es posible que presente una denuncia contra quien o quienes resulten responsables.
Desde antes de ser candidato a gobernador ha denunciado al mandatario Gabino Cué de desvíos de recursos y corrupción, además de intentar quitarlo en su camino al Gobierno de Oaxaca.
Además de la inseguridad y violencia, también empaña el debate el hecho que la moderadora esté inmersa en una ola de críticas al confrontarse con los periodistas en el debate en Veracruz
Hasta el momento se ignora con qué criterio el IEEPCO invitó a moderar el debate a la conductora del noticiario Enfoque del Núcleo Radio Mil, Adriana Pérez Cañedo.
Esperemos que por su profesionalismo y responsabilidad en el manejo de la noticia, Adriana no replique su confrontación con los periodistas oaxaqueños que cubran el debate en CORTV.
Confiamos que el director general de CORTV, Emilio de Leo Blanco, vigile escrupulosamente el estado del equipo e instalaciones para evitar problemas técnicos en la transmisión del debate.
