Redacción.
Muy hábil, inteligentes y oportunas resultaron las declaraciones del Sub auditor Superior del Estado, Ramón Ernesto Icazbalceta Carrete, quién hace sendas declaraciones en pleno cierre del actual ejercicio gubernamental. Según este funcionario, la entidad responsable de la impunidad prevaleciente en el estado no es la Auditoría sino la Fiscalía General del estado.
El funcionario público de primer nivel, segundo hombre en la Auditoría Superior del Estado, no la tiembla la voz para revelar, quién sabe si con la autorización de su jefe, en donde se localiza la fuente de la corrupción prevaleciente en el estado. Sin duda declaraciones muy fuertes que señala responsable concreto de este severo problema estatal. A ver qué dice el Fiscal al respecto.
Palabras más; palabras menos, el subauditor declaró a un medio local que la Auditoría Superior de Justicia no es un tigre sin garras sino que es un felino fuerte que hace su trabajo pero quién no castiga es la Fiscalía General del Estado. Realmente es ahí donde se promueve la impunidad de los corruptos funcionarios públicos del estado, en particular muchos presidentes municipales que no entregan cuentas de su ejercicio.
El protagonismo inesperado del funcionario público, parece coherente con los rumores que corren en los medios políticos con respecto al proyecto del nuevo gobierno de provocar una renovación de fondo en la Dependencia a pesar de que el nombramiento del actual auditor es por siete años que se cumplirían hasta el 2018.
Las declaraciones de Izcalbazeta en este sentido señalan las omisiones o las fallas que prevalecen en el sistema de responsabilidades de los funcionarios públicos en nuestro estado. Por supuesto que estos señalamientos deberán ser tomados en cuenta para la corrección de estos procedimientos que son vitales para erradicar la corrupción en prevaleciente en el estado.
INICIO DE CLASES, LA PRUEBA MAGISTERIAL.
El próximo lunes, 22 de agosto, 13 mil planteles deberían abrir sus puertas para iniciar el ciclo escolar 2016-2017 ¿Cuántos de estos empezarán a funcionar realmente? Tres cuartos, calculamos. A pesar de la radicalización magisterial que se ha engallado con las concesiones que le han hecho, solo las escuelas de mayor activismo; es previsible que habrán de faltar a clases.
Si se preserva la estrategia diseñada desde mayo, la mayor parte de las escuelas retomarán las actividades escolares de manera formal aunque en la práctica seguirán con las movilizaciones escalonadas y rotatorias. El objetivo sería no acumular faltas que, en caso de radicalización de la parte oficial podrían ser causal de despido. Pero eso es si prevalece la cordura, porque los sectores radicales quieren todo o nada.
No es un cálculo aventurado, afirmar que la nueva coyuntura habrá de reavivar los pleitos con la los maestros oficialistas de la Sección 59 que se aprestan a dar la batalla también. Está por verse, el nivel de belicosidad que se impondrá en las acciones de la engallada sección de la 22, cuyas fracciones más radicales piensan que su sobrevivencia pasa por la aniquilación de la Sección 59.
No se puede negar, el magisterio parecía muy mermado; pero como el ave fénix, salió de las cenizas tras lo acontecido en Nochixtlán y viene para quedarse con todo. Muchos sectores en las bases están eufóricos con lo que suponen la efectividad y poder magisterial demostrado. Piensan, ahora más que nunca que se ha mostrado la efectividad de la estrategia movilización-negociación- movilización.
Sin embargo, la creencia fanática en este principio estratégico, que por otro lado, nunca ha entendido bien la parte oficial, es peligroso, porque impulsa el radicalismo en un momento en que se están acumulando fuerzas políticas que impulsan al endurecimiento de las acciones del estado. Más riesgosa aún es la evidencia de decisiones discrecionales de la autoridad que responden a presiones coyunturales de los actores.
La falta de perspectiva global, ha quedado de relieve cuando observamos los bandazos y contradicciones en que han incurrido los gobiernos federal y estatal que han pasado del discurso y la acción intolerante contra el magisterio hasta la concesión extrema que vemos ahora. Y esa diletancia en las decisiones es muy peligrosa hasta el extremo de que pudiera tornarse catastrófica.
Cuidado con la irresponsabilidad en las definiciones magisteriales y más cuidado con las decisiones del gobierno que pueden articularse en una nueva tragedia para nuestro desafortunado estado.
El regreso a clases, tiene un gran significado porque pondrá de relieve las estrategias de los actores. El error de cálculo en cualquiera de los bandos podría ser lamentable. El gobierno ha cedido casi todo y cada vez tiene menos espacio de decisión porque las fuerzas contra la CNTE están creciendo, pidiendo, cada vez más abiertamente un baño de sangre.
Ojalá prevalezca la mesura.
AGONÍA LEGISLATIVA.
Los diputados ya van de salida. Se les terminó el tiempo y la oportunidad-para algunos- histórica de hacer algo bien en su carrera de la función pública. El servilismo y sumisión han caracterizado la casi muerta LXII Legislatura oaxaqueña.
En el recuento de daños, lo mismo da, revisar la actuación de un diputado del PRI, que la actuación de un homologo, pero del PRD. Todos se convirtieron en lo mismo, apéndices a veces del ejecutivo en turno y en otras, ahora, del gobernador electo. Todos expertos negociadores de pagos por evento.
La mediocridad fue una constante. Los diputados se esforzaron por ser peores que sus antecesores. Qué podemos juzgar que nos pueda sorprender de la actuación de un diputado, tal vez algo, que se honesto y legisle, es mucho pedir para quienes están en la ante sala de la agonía.
NOCHIXTLÁN Y SU JUSTICIA NEGOCIADA
La Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal empiezan ya a exculpar de la masacre de Nochixtlán, al gobierno federal del que forman parte. Metidos en el tema de liberación de sus líderes; hasta ahora, a más de tres días de que esas declaraciones y versiones empezaran a circular, ni los heridos de ese 19 de junio, ni mucho menos el magisterio oaxaqueño se ha pronunciado abiertamente al respecto.
Después de casi más de mes y medio de los hechos, después del informe de grupos de organizaciones sociales que entrevistaron a más de 100 protagonistas y testigos de los hechos que coinciden en la responsabilidad de los policías federales; el gobierno federal se esfuerza por exculparse a sí mismo.
Después de eso, mes y medio después, el gobierno federal empieza a decir que los policías fueron las primeras víctimas fueron, y nadie de los involucrados está diciendo ni pio. ¿Por qué? , porque tal vez como ya lo está señalando el clamor popular, tanto la CNTE como el gobierno federal por medio de la Secretaría de Gobernación, han negociado ya un tratado de la impunidad.
Si no, ahí está el uno y el dos de la sección 22, un rasurado y rejuvenecido Rubén Núñez Ginez y un esquivo Francisco Villalobos que fueron radicados en el penal de Ixcotel para, inmediatamente después, ser puestos en libertad que no se hubiera podido negociar si hace mes y medio ocho personas no hubieran mordido el polvo en un fuego que ahora nos quieren vender como cruzado.
Si no, ahí están los heridos de Nochixtlán sobre los que han caído desde hace semanas una multitud de organismos sociales con supuestas credenciales representativas de la Sociedad Civil, que ahora parecen estar guardándose un tiempo para terminar de entender ahora en qué clase de suelo están parados.
Si no, ahí está Aurelio Nuño antes arrogante absoluto, diciendo ahora que en el espectro de intereses gobierno- magisterio, “nadie va a perder su trabajo”, ni siquiera él mismo. Cambiando el discurso frontal de una reforma educativa, por el más conciliador llamado modelo educativo.
Si no, ahí están los maestros amenazando con que pese a lo concedido en sus diálogos con Chong, si no tiran abajo la reforma educativa no habrá nuevo ciclo escolar. Además, con el escándalo internacional de derechos humanos de Nochixtlán ya menguando, el titular de Gobernación, pidiendo a los mentores que sean prudentes, que reconsideren, mientras torea a las cámaras empresariales con promesas de apoyo en efectivo.
Y mientras los ocho muertos, muertos seguirán. En las cifras, en la negociación obscura, en el olvido colectivo. Como dijera la exclamación popular, “acá solo se mueren los de siempre”.
LA SEGOB OBEDIENTE
Durante 88 días hemos sido testigos de la lucha exitosa que dio la CNTE en contra del gobierno estatal y federal. Contra cualquier previsión, por el momento al menos, tenemos que la CNTE ha logrado la mayor parte de sus objetivos y tiene contra la pared al gobierno federal y estatal. Eso explica porque las huestes magisteriales están desbordantes de optimismo y están animadas a tensar más las negociaciones.
La liberación de los máximos líderes de la Sección 22, que no exculpación aclara la parte estatal, ha sido el máximo simbolismo de las erráticas negociaciones del gobierno que apenas hace dos meses enarbolaba un intransigente discurso contra la gremial magisterial disidente. Mientras tanto, las críticas contra el gobierno crecen y amenazan grandes costos políticos.
Con todo y el afán de dobles intereses enarbolados por los grupos empresariales que reclaman aplicación de la ley al tiempo que reclamen apoyos gubernamentales para resarcir supuestas pérdidas, lo cierto es que hay un gran error magisterial en la estrategia de bloqueos indiscriminados que afectan directamente los bolsillos empresariales y más los de las clases populares.
Los empresarios leen bien la coyuntura y aprovechan para ampliar sus demandas de clase en un momento en que la economía del país es desfavorable en gran medida por las erráticas conducciones de gobierno. Las clases populares que no dudaron de apoyar al magisterio ante la embestida represiva del estado, están cambiando su postura de apoyo por el de rechazo a bloqueos que empeoran su vida cotidiana.
Estas posiciones de los grupos sociales pueden constituirse en la base de una gran derrota del magisterio agrupado de la CNTE si no se comprende a tiempo que estas posturas de los grupos sociales pueden ser determinantes en la conducción de la lucha. Los sectores menos lúcidos del movimiento magisterial piensan, de modo equivocado, que el apoyo social les es inherente e incondicional y eso no es cierto.
La experiencia del 2006, demostró que tal y como sucede a otros movimientos populares, hay un ciclo inexorable del apoyo popular que no es de ninguna manera permanente y menos incondicional. La historia registra la volatilidad del apoyo a acciones colectivas que pasan de la participación entusiasta hasta el rechazo abierto; más aún cuando la población entiende que la lucha de los actores, no sólo no les beneficia sino que les afecta.
