Fogonero: Que se jodan los terceros

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Parece que del pasado nunca se aprende nada, ni aunque tenga dos meses de haber pasado, ni aunque ocho personas hayan muerto en él. Hoy otra vez los maestros oaxaqueños dicen que no es  y el gobierno les responde que no le va a temblar la mano para que al final digan que sí es sí.

La CNTE ya anunció que no regresa a clases este lunes 22 y que el martes 23 reactivará

n más de 30 bloqueos carreteros en todo el estado.

Con sus líderes y maestros presos ya en libertad, con sus despidos y descuentos en stand by, la CNTE otra vez lo quiere todo y el gobierno federal no quiere terminar de abrir las piernas, por lo que a su reforma educativa ya le da la categoría de modelo y a su antes desafiante secretario de educación pública, Aurelio Nuño se pueden ya ver declaraciones conciliadoras bastante absurdas y hasta desesperadas del tipo “para modificar la reforma educativa primero hay que echarla andar”.

Para auto significarse otra vez como un estado poderoso (donde se quiere confundir balazos con respeto) el gobierno federal ha sacado ya su as bajo la manga para auto exculparse de los muertos de Nochixtlán y trae ya a policías federales  en carrusel de comparecencias donde sus relatos de como pobladores malvados, espoleados por líderes en la sombra, los hicieron chicle aquel domingo 19 de junio, no logran convencer ni al “miren la foto que me tome con mi jefe”  Joaquín López Doriga.

Con otra nueva versión, después de decir que a sus policías les dispararon primero, que dicta que los federales entraron a echar bala a todo un pueblo porque iban ahí en una misión  de rescate de sus propios elementos, cual película gringa de la guerra de Afganistán, nada más que aquí los malvados afganos eran comerciantes, pobladores y asistentes a un domingo de día de plaza.

Cuando ha quedado claro desde las primeras reconstrucciones sobre los hechos, que esos policías se quedaron atrás en la línea de batalla, horas después de iniciada la refriega.

Al final las versiones de exculpación del gobierno sobre sus propios pecados seguirá así tengan que prenderle fuego a las autopsias de los ochos asesinados de Nochixtlán, y la sección 22 sabrá también sacarle su raja a eso.

Con el gobierno administrando mediáticamente su propio desastre de derechos humanos, y la CNTE y la sección 22 encaminadas a administrar también sus consecuencias, y a imponer en la marcha su propia agenda, la ciudadanía, los terceros (eso a los que el activismo de izquierda no reconoce como más que parte del problema), tendrán otra vez que apechugar y ver para que lado acaba mascando la iguana.

Quienes agandallan mas rápido y mejor y para eso la sección 22 ya está amenazando en hechos y acciones a las y los maestros que le jueguen al valiente este lunes y se presenten a hacer su trabajo a un aula de clases.

La supervisión de escuelas anunciada por la sección suena a cantada cacería de brujas, y sus incondicionales dicen que no hay problema. Que todo es parte de la jornada de lucha, que los maestros son los buenos y que para eso tienen carta blanca para hacer lo que juzguen conveniente.

A la 22 la perdimos nuevamente, como siempre, donde solo vinieron a enfriar en caldo de las inconformidades, con un saldo de ocho muertos, y después se retiraron a sacar sus cuentas para sus propios frutos, para sus propias medallas de sus propias marchas.

Mientras a los terceros, el activismo hierático sigue acusando que antes que quejarse deberían de salir a marchar con los maestros al unísono de su justicia social, sin darse cuenta de lo imposible de la ecuación, pues si todos en esta ciudad , en este estado, saliéramos a bloquearlo todo, ¿entonces quien quedaría como rehén del bien social para ejercer presión?

Si todos bloqueamos  ¿a quién van los maestros a bloquear? Al final, somos los terceros el capital de sus jornadas de lucha, de los polis clareados en la reconstrucción a modo de los balazos que ellos soltaron,  de su no hay clases y ni retoben, del  decimos que nosotros no matamos  a nadie y mejor nos creen porque ya no tienen de otra.

En este caldo de cultivo del agandalle, de la muerte, de la impunidad, de la persecución para todos los lados del vértice (buenos, malos y asegunes) todo está jodido …y solo se va a joder más.