Viste atuendos en color morado, postea mensajes en redes sociales para erradicar la violencia de género, funda grupos o colectivos plurales de mujeres para “velar por sus derechos y empoderamiento”, pero en la práctica es una violentadora más y cómplice de políticos como Cuauhtémoc Blanco, acusado de tentativa de violación en agravio de una media hermana.
Es la diputada federal Mariana Benítez Tiburcio (@marianabenitezt ), la misma que ocupó una Subprocuraduría en los tiempos de Jesús Murillo Karam al que después olvidó cuándo cayó en desgracia, la que obtuvo una diputación plurinominal local por el PRI (@PRI_Nacional ) para después pasarse a la fracción de Morena (@PartidoMorenaMx), la que utiliza la lucha de las mujeres para obtener beneficios políticos personales.
El falso feminismo de Mariana Benítez quedó exhibido ayer en la sesión de la Cámara de Diputados (@Mx_Diputados ) cuando junto a otras legisladoras votó para mantener el fuero legislativo al ex futbolista profesional y ex gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco, acusado de tentativa de violación por la Fiscalía de Morelos.
Justo cuando la cámara baja del Congreso de la Unión debatía el desafuero de Blanco, la feminista de redes sociales publicaba:
” En este #DíaNaranja decimos fuerte y claro: ¡BASTA!
Basta de violencia.
Sigamos construyendo un México donde cada niña y mujer pueda vivir libre, segura y en paz”.
El voto protector de Mariana Benítez no permitirá a la hermanastra del político morenista Nidia Fabiola Blanco sentirse libre, segura y en paz. Ni tampoco a la indigena mixteca Guillermina López Jiménez, quien teme por su vida porque un juez consideró buena persona a su agresor que intentó matarla con un hacha.
No llegaron todas. Porque algunas, las miles, no asisten a desayunos ni visten con glamour tampoco publican fotos y no pertenecen a la clase política feminista.
El falso feminismo.