Ayer, la muerte tocó a la puerta de la actriz Alma Muriel, de 62 años, en su casa en Playa del Carmen, Quintana Roo. Portales locales publicaron que un ataque al corazón fue el responsable de tal suceso ocurrido a las 10:00 horas.
Sus personajes como villana de telenovelas dejan una huella imborrable en la televisión mexicana, pero su pasión iba más allá. Hizo cine y teatro independientes, incluso dirigió musicales como La tiendita de los horrores (2009) y El show de terror de Rocky (2010), ambos en el Teatro Arlequín, hace cuatro años.
En 2009 aún tuvo tiempo para celebrarse por 41 años de trayectoria y lo hizo a su manera, con la obra Para ti… Sor Juana, un espectáculo unipersonal a manera de homenaje para la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz (1651 – 1695).
En las últimas entrevistas con Excélsior, exclamó con seguridad: “Son muchos años y aquí sigo. He hecho mucho de todo. El teatro, en lo particular, me gusta mucho porque es un medio que yo puedo controlar, no me tengo que esperar en mi casa sentada a que a alguien se le ocurra algo, sino que son proyectos propios que puedo generar, además del contacto directo que tengo con el público. Aquí digo lo que yo quiero decir, no lo que me dicen que diga”.
Su voz tenía la seguridad de los años. Alma Muriel leía a la poetisa para compartir su pasión por el teatro, para autoemplearse y compartir la poesía en lo que, aún sin saberlo, eran sus últimos años de vida.
“Es una adaptación mía sobre prosa y poesía de Sor Juana Inés de la Cruz, en la que hay de todo un poco. No hay poesía nueva de Sor Juana, hay para todos los gustos”, dijo la intérprete de Juana, la loca (2004) en el Teatro de los Insurgentes.
En televisión, su útima participación fue en la telenovela Fuego en la sangre (2008), producida por Salvador Mejía, con el papel de Soledad.
Y aunque realizó papeles destacados en otras producciones, que al final sumaron 28 telenovelas como El extraño retorno de Diana Salazar (1988) en la que interpretó a la Dra. Irene del Conde/Doña Lucrecia Treviño, al lado de Lucía Méndez, o bien en las 32 películas en las que participó, tales como Las chicas malas del padre Méndez (1970), dirigida por José María Fernández Unsáin; Amor libre (1979), de Jaime Humberto Hermosillo, o Retrato de una mujer casada (1982), del director Alberto Bojórquez. En su momento, la actriz se quejaba de que no la llamaban más: “En cine no sé por qué no me llaman, sólo llaman a los mismos de siempre, no tengo la menor idea y en cuanto producir definitivamente no, no me meto en terrenos que no conozco”.
La actriz, nacida en la Ciudad de México el 20 de octubre de 1951, tuvo dos hijos, fue pareja sentimental de Sergio Romo, los actores Joaquín Cordero, Ricardo Cortés y el cantante José María Napoleón, con quien perdió un hijo antes de nacer.
EN LA TV
Fuego en la sangre (2008).
Destilando amor (2007).
La esposa virgen (2005) .
Si Dios me quita la vida (1995).
Yo compro esa mujer (1990) .
El extraño retorno de Diana Salazar (1988) .
La señora joven (1972).
EN EL CINE
Zapatos viejos (1992).
Burlesque (1980).
Mecánica nacional (1972).
¿Por qué nací mujer? (1970).
Lío de faldas (1969).
EN EL TEATRO
La tiendita de los horrores (2010).
El show de terror de Rocky (2010).
Partición del mediodía (1994).
Ocho mujeres (1974).
Vaselina (1973).
40 kilates (1970).
También participó en la obra El juego que todos jugamos (1970), de Alejandro Jodorowsky.
