Estamos entregando buenas cuentas. Para el órgano electoral hoy es un gran día, porque hemos conseguido avanzar con buenos resultados este tramo de la transición democrática.
Privilegiamos la ley y la convicción democrática. Tal y como nos comprometimos en noviembre de 2012, cuando dimos por iniciado el proceso electoral ordinario 2013, hemos realizado elecciones democráticas enmarcadas en la legalidad, el respeto y sobre todo en la convicción de que las comunidades de Oaxaca merecen tener autoridades legítimamente electas.
Al organizar, desarrollar y vigilar las elecciones para renovar autoridades a concejales, hemos cumplido con uno de los escalones para alcanzar la democracia, toca ahora a la ciudadanía respetar las decisiones colectivas y participar activa y responsablemente en la vida política y social.
Todo este gran esfuerzo del órgano electoral lo ha desplegado en un escenario transicionista en donde se han multiplicado y complejizado las variables que atender. Persistencia de repertorios y modelos de acción sustentados en la tradición o en el antiguo régimen junto al incremento de la participación y la competitividad política.
Igualmente importante está siendo la revolución de las expectativas políticas en la población que reclama sus derechos de inclusión de forma creciente. Agencias, mujeres, avecindados y la ciudadanía en general reclama sus derechos ciudadano al mismo tiempo que los pueblos reclaman la vigencia de sus derechos comunitarios.
Todas esas variables y otras más, se tuvieron en cuenta en las grandes decisiones que se tomaron en el Instituto y se bajaron a los trabajos de mediación que se hicieron directamente con los grupos. Como nunca el órgano electoral multiplicó las mesas de diálogo con las partes en conflicto.
Se privilegió el consenso. Estamos conscientes de las divergencias que lamentablemente persisten históricamente en nuestras comunidades, pero aún así, las elecciones del 2013, bajo el régimen de Sistemas Normativos Internos, se caracterizaron por conciliar; vía la reflexión y el diálogo comunitario, sobre los métodos de designación de autoridades bajo una clave no excluyente y de pleno sentido democrático. Y todo bajo el esquema de consenso y respeto a los derechos de autodeterminación de las comunidades referidos en la normatividad federal, estatal e internacional en la materia.
Como consecuencia de esa mediación, entregamos resultados históricos, de los 417 municipios, solo 12 no lograron construir los acuerdos necesarios para la renovación de sus autoridades y, 405 tendrán a sus autoridades, una cifra no lograda en procesos ordinarios anteriores.
Sinceramente creo que el Instituto Estatal Electoral logró buenos resultados en un escenario más complejo y con menos disposición de recursos. Hicimos más en un contexto más complicado y con menos recursos.
No quiero terminar este mensaje sin recordar que al iniciar el proceso electoral hice un llamado a todas y todos los que laboramos en esta institución, para que redobláramos esfuerzos en aras de realizar un trabajo excelente, hoy hago un reconocimiento especial al funcionariado que ha trabajado sin descanso, con el único compromiso de contribuir con la democracia en cada municipio de la entidad oaxaqueña.
Mi pleno reconocimiento a las Consejeras y Consejeros; a los integrantes del Consejo General; al gobernador del estado; al Secretario General de Gobierno; a los subsecretarios, que contribuyeron en el marco de sus atribuciones, a los actores políticos y las comunidades oaxaqueñas.
Concluimos un proceso, pero nuestra responsabilidad no termina, tenemos que seguir trabajando en el fortalecimiento del marco democrático, pues sin duda, es el mejor espacio para crecer y desarrollarse como persona y como colectivo.
