Autodefensas de Michoacán no dejarán las armas y reciben espaldarazo de la población de Tierra Caliente

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Los grupos de autodefensa que operan en la región de Tierra Caliente en el estado de Michoacán dejaron en claro que no dejarán las armas, ya que de ello depende no solo su vida sino de la de miles de habitantes de la región.

Durante un recorrido por municipios como Parácuaro, Nueva Italia, Apatzingán, y Cuatro Caminos se constató que las autodefensas cuentan con el apoyo de las fuerzas federales par continuar con la vigilancia en sus comunidades, portando armas de grueso calibre como fusiles de asalto AR-15 y AK-47, y de los llamados cuernos de chivo.

En entrevista señalaron que aunque esté de por medio su vida tienen un compromiso para servir a la sociedad y desterrar por completo a los caballeros templarios, a quienes señalaron como los principales causante del desastre, del acoso, la zozobra y estela de muerte en la región.

”Tengo 22 años, diez días trabajo en el campo y otros diez días colaboró con las autodefensas. aunque no se manejar el cuerno de chivo se que en cualquier momento le voy a jalar y voy a responder por la vida de mi gente…(¿has disparado con esta arma y que tal patea?) dispara fuerte y patea duro pero no importa porque lo que hago es preocuparme por los míos y que los templarios no nos afecten”, dijo un integrante de las autodefensas de tierra caliente.

Uno de los coordinadores de este grupo de civiles armados señaló que han recibido apoyo de las autoridades federales, el cual consta en que no les retiren las armas aunque lo sucedido anoche en la carretera de Cuatro Caminos-Apatzingán fue un hecho lamentable ya que cuatro personas perdieron la vida a manos del ejército mexicano.

Explicó que aún cuando se haya firmado un acuerdo para la seguridad del estado entre el gobierno de la República y el estatal no significa que la paz vaya a volver a sus comunidades.

“El orden lo ponemos nosotros, nos estamos encargando de sacar de estas tierras a las lacras de la sociedad que tanto daño nos han causado y por eso no vamos a dejar las armas que poseemos y seguimos pendientes de cualquier alerta y cualquier solicitud de apoyo de parte de la población”, señaló.

En un barrio extremadamente humilde del poblado de Antúnez se velan los restos de Mario Pérez, una de las cuatro víctimas de elementos del ejército mexicano, cuyos familiares mencionaron que los militares dispararon a bocajarro al verse rodeados por los pobladores para evitar que les fueran despojadas las armas a las guardias comunitarias.

Afirmaron que hasta el momento no han recibido ningún apoyo de las autoridades civiles o castrenses por lo que exigieron que se haga justicia por el artero crimen ya que los civiles en ningún momento agredieron a los uniformados.

“Estaba el pueblo molesto porque los verdes llegaron a quitarle las armas a nuestras autodefensas y al verse acorralados comenzaron a disparar sin ninguna razón y ya vio usted el resultado, dos hombres muertos y dos niños también”, explicó un familiar de Mario Pérez.

Jornaleros de la región aseguraron que el trabajo de las autodefensas ha mejorado la situación en el campo e incluso afirmaron que las extorsiones terminaron debido a que los grupos criminales dejaron de asolarlos por la presencia de las guardias civiles.

“Yo trabajo en las aguacateras y mi actividad la he realizo sin problema hasta el momento, ya que anteriormente los dueños de las huertas eran extorsionados hasta con dos mil o cinco mil pesos por cada hectárea; nos sentimos más seguros ahora y esperemos que nos sigan protegiendo”, puntualizó.

Las actividades escolares en varias regiones de tierra caliente como Antúnez se suspendieron debido a los acontecimientos de los últimos días por lo que éstas se reanudarán una vez que la seguridad prive nuevamente en las comunidades.

Un par de niños del segundo grado de primaria recordaron con tristeza los momentos aciagos de las balaceras y enfrentamientos cerca de sus comunidades e incluso, relataron el momento en que se presentaron disturbios en su poblado.

“Se escuchaban los balazos y unas bombas que explotaban ‘pum pum’ y luego vimos como a los de aquí (autodefensas) les quitaban sus camionetas y los rifles. Yo supe que había gente lesionada y sacaron a uno y se lo llevaron, por eso no hay clases y nos dieron vacaciones”, enfatizaron ambos pequeños.

En el municipio de Apatzingán la seguridad se redobló con la presencia del ejército mexicano y la policía federal, cuyas corporaciones realizan patrullajes en diferentes calles y avenidas.

Además las tropas militares vigilan la sede del palacio municipal donde hace unos días grupos delictivos provocaron destrozos.

La presencia de las fuerzas federales en dicha región del estado de Michoacán ha generado la reactivación de las actividades comerciales y financieras además ha motivado a los habitantes a continuar con sus actividades que se vieron suspendidas por los recurrentes hechos de violencia.