El esposo de una mujer embarazada, que ennoviembre pasado sufrió una embolia pulmonar que le provocó muerte cerebral, demandó al hospital en que se encuentra para que sea desconectada, ante la polémica de aborto en Texas.
Erik Muñoz, esposo de Marlise Muñoz, de 33 años, y los padres de la mujer, solicitaron desde hace varias semanas al hospital John Peter Smith en Fort Worth, Texas, que se le desconecte y se le deje morir, pero la institución se niega porque violaría la ley estatal antiaborto.
Los médicos han dicho que aún se puede detectar el latido del corazón del feto que se encuentra en el vientre de la mujer.
Bajo las actuales leyes de Texas, el cuerpo de Marlise Muñoz debe mantenerse como incubadora para proteger la vida del feto hasta su nacimiento, aun contra los deseos de su familia.
Muñoz informó este martes que interpuso la demanda para solicitar a una corte estatal del condado de Tarrant que ordene al hospital desconectar a su esposa.
Marlise, de 33 años, tenía 14 semanas de embarazo a finales de noviembre pasado cuando sufrió una embolia pulmonar.
Erick, quien es paramédico, la encontró sin respiración ni pulso, por lo que le aplicó reanimación cardiopulmonar y llamó a una ambulancia.
Marlise fue trasladada al hospital John Peter Smith en Fort Worth, donde se reactivó su corazón con descargas eléctricas y medicamentos, y permanece con apoyo mecánico pero sin actividad cerebral.
De acuerdo con los médicos, la mujer permaneció sin respiración por mucho tiempo para poder recuperarse, por lo que se le declaró con muerte cerebral.
El caso se suma al debate sobre el aborto en Texas, con sectores conservadores que acusan a la familia de Marlise de querer “deshacerse” de ella y del bebé y de otros que favorecen la posición de la familia de que debe ya dejársele morir.