Integrantes de la industria panificadora reconocieron que la Reforma Fiscal aprobada por el Congreso de la Unión pone en riesgo a más de 7 mil pequeñas y medianas empresas, las cuales tienden a desaparecer al gravar su producto.
En voz de Jaime González, dirigente de la Unión de Panaderos del Estado de Oaxaca, señalaron que el gravar en un 8 por ciento el precio del pan dulce no sólo afecta a los consumidores, sino principalmente a la industria, toda vez que los incrementos que se contemplan en la Ley no son opcionales para una pieza de pan.
Sostuvo que este alimento no es un artículo de lujo, “si no popular”, por ello pidió al gobierno federal exentar a la industria de la panificación de este incremento.
Insistió que “el pan de dulce no rebaja ni las calorías ni el peso que establece la Secretaría de Salud” y sí representa un incremento a los insumos y al producto final.
“Lo que se quiere es que no se cobré el impuesto en el pan dulce, ya que repercutiría en la venta y en el consumo, en un análisis hecho es que se quiere imponer el impuesto cuando el producto no rebasan el peso y las calorías que tiene un pan”.