El diputado Rodolfo Ondarza solicitó al Ejecutivo federal implementar acciones para regular la venta de fármacos que contienen codeína, base para producir la droga conocida como “Krokodril”, que provoca daños acelerados al organismo y de cuya ingesta ya se detectaron casos en México.
El también presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), propuso por ello que las autoridades de Salud elaboren y publiquen una Norma Oficial Mexicana (NOM) de Emergencia “que regule la comercialización de productos farmacéuticos con codeína, y se incluya en el grupo de psicotrópicos”.
Médico cirujano y ex especialista del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, advirtió que la nueva droga sintética, de bajo costo y fácil producción, causa graves daños al organismo.
“Además de conocerse como ‘comedora de personas’, genera problemas como flebitis y gangrena; osteomielitis, sobre todo en huesos de mandíbula y cara, además de que produce llagas y úlcera en frente y cráneo”.
El consumo también puede causar necrosis en orejas, nariz y labios; al igual que daños hepáticos y renales; por lo que la expectativa de vida de un adictose reduce a dos o tres años a partir del inicio de su consumo.
Según explicó, a pesar de que se tomaron medidas para evitar la entrada de esta droga al país, el primer caso de consumo de Krokodril se detectó en Nogales, Sonora, y luego otro más en Puerto Vallarta.
Por eso su llamado a elaborar una NOM Emergente que regule la venta de productos farmacéuticos con codeína, para que sólo se expenda con receta y bajo el concepto de producto psicotrópico, dado que a la fecha se puede adquirir libremente.
Rodolfo Ondarza recordó que el precursor de la desomorfina es la codeína, desarrollada en 1932 en Estados Unidos, con valor terapéutico para el manejo del dolor y con efectos sedantes y de ahí derivó la nueva droga sintética.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, debe implementar acciones para evitar la producción, comercialización y consumo de la desomorfina, que “se corrijan omisiones que hoy se tienen para su combate”, pues no basta la vigilancia en las fronteras, dijo.
En opinión del asambleísta capitalino, serían acciones iniciales para que las autoridades federales emprendan “una estrategia de colaboración que permita actuar a tiempo, y no cuando el problema haya crecido de tal manera que sea incontrolable”.