NSA usaba “Angry Birds” para espiar

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La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) utiliza aplicaciones vulnerables como el juego “Angry Birds” para acceder a información personal o datos de localización en todo el mundo, según revelan The New York Times y The Guardian.

La agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido llevan desde 2007 intentando explotar la gran cantidad de información obtenida por aplicaciones móviles y otra compartida en redes sociales, según nuevas revelaciones del ex analista externo de la NSA Edward Snowden (bit.ly/1lhtSVR).

En las diapositivas reveladas hoy, la NSA reconoce las inmensas posibilidades de espionaje que ofrecen los “smartphones” o teléfonos inteligentes por la información recopilada por las aplicaciones de estos dispositivos móviles, “Pepitas de oro”, según se afirma en una de las páginas, fechadas en mayo de 2010.

La NSA recomienda buscar modos de explotar utilidades como Google Maps y obtener datos de posicionamiento, contactos, direcciones y teléfonos en los metadatos de fotos compartidas desde móviles en redes sociales como Facebook, Flickr, LinkedIn o Twitter.

Los documentos consultados por The New York Times indican que especialmente las aplicaciones desarrolladas al comienzo de la introducción de los teléfonos inteligentes y aquellas con inserciones publicitarias son las más vulnerables.

Los documentos revelados por Snowden muestran, por ejemplo, que el centro de escuchas del Reino Unido, GCHQ, ha intentado explotar partes del código de programación del popular juego de “Angry Birds” en Android para obtener datos personales.

No obstante, los documentos filtrados hoy no indican cuantos usuarios podrían haber sido espiados con estas técnicas o si se ha espiado a estadounidenses, algo que podría violar la Constitución estadounidense.

En una respuesta escrita, la NSA aseguró que no obtiene “perfiles del estadounidense común” en sus “misiones de inteligencia extranjera”.

El desarrollador de “Angry Birds”, Rovio, reconoció en 2012 que recopila información privada de sus usuarios para que las empresas de publicidad online dirijan mejor su mensaje, una técnica que usan otras aplicaciones para móviles.

Los servicios de inteligencia británicos y estadunidenses pueden obtener esa información secretamente, desde raza hasta orientación sexual o estatus marital.