La reforma al campo, anunciada ya por el gobierno de Enrique Peña Nieto, debe tener como objetivo lograr la autosuficiencia alimentaria y atender la miseria del sector rural, por lo cual es necesario realizar foros de consulta con la sociedad rural para escuchar la verdadera problemática agraria y las propuestas de solución, manifestó el senador del PRD Benjamín Robles Montoya.
En el marco de la marcha en contra de las reformas estructurales educativa, laboral y energética de este viernes, el legislador oaxaqueño advirtió que sería de gran riesgo para la estabilidad social del país que el gobierno peñista, el PRI y sus aliados impusieran una reforma contraria al bienestar de las mujeres y hombres del campo.
Como firmante del Manifiesto Campesino por un Diálogo Verdadero, Robles Montoya asentó:
“La reforma al campo debe tener como propósito fundamental la atención a los problemas de las desigualdades, el hambre y la pobreza rural, la reducción de la alarmante dependencia alimentaria, la preservación y la protección de los recursos naturales y la transformación de las unidades productivas en instancias que nos garanticen la soberanía alimentaria”.
“Por lo tanto las condiciones para una verdadera reforma al campo son: el diálogo verdadero con la sociedad rural, el consenso con los diferentes actores rurales, la transparencia y trato justo con las organizaciones sociales y de productores, las acciones con pluralidad y democracia, y evitar la sorpresa y la imposición de una propuesta unilateral, que tienda a la privatización, lo que no vamos a permitir jamás”.
Dijo que como parte del Manifiesto se propone la reorientación del gasto público, donde se deje el asistencialismo y se privilegie la producción; hacer más equitativa y justa la distribución del presupuesto en las diferentes regiones del país y el apoyo hacia las zonas más marginadas; la eliminación de los subsidios y beneficios a las grandes empresas nacionales, transnacionales, oligopolios y monopolios.
Además que se fomente la organización rural, la generación de apoyo a la organización productiva; crear la banca de desarrollo y convertir el crédito rural en una verdadera palanca de desarrollo; impulsar la agricultura y economía familiar, campesina e indígena, entre otros planteamientos que permita sacar de la miseria en que se encuentran la mayoría de familias que se dedican al campo.