Líderes republicanos expresaron su escepticismo de que pueda aprobarse una reforma migratoria en la Cámara de Representantes este año y reiteraron que una prioridad será reforzar la seguridad de las fronteras de Estados Unidos.
“Realmente no conozco la respuesta a esa pregunta, eso está claramente en duda”, afirmó Paul Ryan, representante por Wisconsin y presidente del Comité Presupuestario de la Cámara, sobre la posibilidad de que se apruebe la reforma en 2014, año de elecciones legislativas.
Ryan, quien fuera candidato republicano a la vicepresidencia en 2012, insistió en la importancia de avanzar en el fortalecimiento de la seguridad fronteriza.
“No creemos que podamos permitir que esta frontera sea continuamente traspasada. Si podemos lograr primero la seguridad, sin amnistía antes de que eso ocurra, ese es un buen enfoque. Esto no es un confía y luego verifica, es un enfoque de verifica y luego confía”, subrayó en una entrevista en la cadena ABC.
Por su parte, Eric Cantor, representante por Virginia y líder de la mayoría republicana en la Cámara, coincidió con Ryan y manifestó la desconfianza de algunos republicanos con el presidente Barack Obama como uno de los obstáculos.
“Algunas cosas tienen que pasar, como que el Presidente tiene que demostrar, francamente, al país y al Congreso que pueden confiar en él a la hora de implementar las leyes”, dijo Cantor en CBS.
El senador republicano Marco Rubio advirtió la semana pasada que la desconfianza hacia el Presidente podría imponerse al deseo de hallar una solución para las más de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso legal.
“Simplemente no creemos que el gobierno aplique la ley de cualquier forma”, agregó Rubio al reseñar sus conversaciones con colegas durante la reunión con otros líderes del Partido Republicano.
A finales de la semana pasada, los republicanos presentaron una serie de principios para debatir una reforma migratoria en la que sólo contemplan dar la ciudadanía a los Dreamers, los jóvenes estudiantes o miembros de las fuerzas armadas que llegaron irregularmente a Estados Unidos siendo niños.
El documento de los republicanos establece medidas adicionales para reforzar las fronteras y para evitar que personas con visa se queden en el país una vez que caduque su vigencia.
Los republicanos están buscando que el tema se aborde por partes y que la seguridad sea prioridad antes de contemplar un camino a la ciudadanía para quienes ingresaron sin permiso al país.
Esa estrategia se opone a un proyecto más amplio que ya fue aprobado en el Senado, que fue impulsado por un grupo bipartidista.
Esta reforma estipula que un inmigrante ilegal sin antecedentes penales podría aspirar a la ciudadanía luego de pagar multas e impuestos atrasados y pasar por un periodo de espera.
Sin embargo, la propuesta permanece atascada en la Cámara, controlada por los republicanos.
La Casa Blanca insiste en otorgar la ciudadanía
Mientras tanto, la Casa Blanca regresó a su postura de que cualquier proyecto debe incluir un camino para que aquellos que ya viven sin permiso en Estados Unidos obtengan la ciudadanía y que ese sistema no divida a los estadunidenses en dos clases: ciudadanos y no ciudadanos.
“Debemos ver un camino a la ciudadanía para las personas”, dijo ayer el secretario general de la Casa Blanca, Denis McDonough.
“No queremos tener una separación permanente de clases o dos clases permanentes de estadunidenses en este país”, agregó.
La semana pasada, Obama indicó que estaba abierto a ofrecer un estatus de legalidad que no necesariamente sea la ciudadanía, dando indicios de que podría encontrar un terreno común con los republicanos de la Cámara de Representantes.
“Haré todo lo que pueda en los próximos meses para ver si podemos llevar esto a la línea de meta”, dijo el mandatario el viernes.
La flexibilidad de Obama fue una clara indicación de su deseo de asegurar que un esquivo logro legislativo llegue antes de que los electores decidan si le entregan más oposición en el Congreso.
Se espera que los republicanos mantengan su control en el Cámara de Representantes y tienen una legítima oportunidad de ser mayoría en el Senado.
Las multas podrían ser un freno para naturalizarse
Hilda Vásquez fue juntando el dinero para su solicitud de ciudadanía estadunidense con la venta de tamales caseros en oficinas del sur de Texas. Carmen Zalazar aceptó trabajos adicionales de cuidado de niños por las noches después de hacerse cargo de otros en el día, en Houston.
Las mujeres se apretaron el cinturón y ahorraron durante meses para poder pagar la solicitud de 680 dólares, pero podría ser imposible para otros solicitantes en el futuro.
Ahora que el presidente Barack Obama renovó su cruzada por una reforma migratoria integral, algunas propuestas que han surgido impondrían multas de hasta dos mil dólares por encima de las cuotas de solicitud, lo que elevaría mucho más los obstáculos financieros para las personas que viven en Estados Unidos sin autorización.
Millones de inmigrantes ya están familiarizados con esa lucha. Un sondeo de 2012 del Centro Pew Hispano mostró que sólo 46% de los inmigrantes hispanos que cumplen los requisitos para naturalizarse ya lo hicieron. Las dos principales razones para la baja cifra eran falta de capacidad en el manejo del inglés y falta de dinero para pagar la solicitud.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro para Estudios sobre Inmigración, un organismo de investigación en Washington que respalda la aplicación de medidas más estrictas para controlar el flujo de inmigrantes que llegan de otras naciones, dijo que si a los inmigrantes que están en el país sin autorización se les permite buscar la ciudadanía, deberían tener que pagar los costos, los cuales se incrementarán si es necesario procesar millones de solicitudes.
Sin embargo, señaló, no deberían ser tan elevados y que la gente no pueda pagarlos. “Es estúpido imponer a la gente precios elevados”, dijo Krikorian.
Aunque no se han definido montos, el proyecto de ley del Senado impone sanciones por un total de dos mil dólares que serían cubiertas a lo largo de los trámites. La iniciativa prevé la creación de una nueva categoría llamada “inmigrante provisional registrado” y obligaría a cualquier en esa clasificación al pago de impuestos.
Hijo de mexicanos lucha contra Goliat
Jorge Zavala, hijo de mexicanos, competirá en las elecciones primarias del Partido Demócrata contra Luis Gutiérrez, poderoso congresista de origen puertorriqueño que ha ocupado este escaño por 21 años consecutivos.
“(Será) una batalla de David contra Goliat, pero estoy seguro que ganaremos”, aseguró Zavala, de 26 años, a Excélsior.
La intención de Zavala pone de relieve la poca representación actual de los méxico-estadunidenses en la estructura política de Chicago. Zavala buscará representar al Distrito 4 de Illinois, donde 75% de la población es latina y con un muy alto número de mexicanos indocumentados.
Zavala es hijo de padres procedentes de Acámbaro, Guanajuato. Asegura conocer mejor que su contendiente el barrio en el que nació y creció. Gutiérrez “se la pasa viajando en Estados Unidos y con su apretada agenda no tiene tiempo de atender a su comunidad local”, acusó.
A pesar de que aprueba y aplaude los esfuerzos del puertorriqueño, dice que su distrito es uno de los más violentos de Chicago y el segundo en recibir menos fondos gubernamentales: “se le olvidan los problemas locales por tantas reuniones nacionales”.
“La gente está cansada de promesas inconclusas, no hay resultados, por eso soy la opción”, agregó.
Zavala dijo que su campaña empezó en septiembre del 2013 y ahora tiene 15 voluntarios, casi todos entre 17 y 35 años de edad.
Su estrategia es utilizar al menos la mitad de su tiempo y recursos en las redes sociales y en plataformas virtuales para difundir sus propuestas sobre aumento de empleos, para que los hispanos paguen más impuestos y tengan mejores beneficios educativos, laborales y de disminución de la violencia de pandillas.
Su financiamiento electoral es recibido en especie, “pan de dulce, burritos y aguas de sabor”.
En tanto, el centro de investigación financiero Map Light, cita que 97% de los 329 mil dólares de recursos de campaña que Luis Gutiérrez recibió en los últimos dos años provienen de fuera del distrito que representa y que sus principales contribuyentes son empresarios, políticos y corporaciones basadas en Washington, D.C.
Es apoyado financieramente por compañías como Microsoft, Univision, McDonalds, General Electric y decenas de firmas de abogados. Sólo en viajes laborales gastó 130 mil dólares en los últimos cinco años, reveló hace un mes el diario Chicago Tribune.
Por ello, Jorge Zavala reconoció que su labor será “titánica” y sus posibilidades de triunfar son limitadas.