Aun cuando integrantes de sus bancadas en el Congreso han contribuido a la “parálisis legislativa”, los dirigentes de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Unidad Popular, “se curaron en salud” y dicen a partir de ahora “cerrar filas”.
Al anticipar que tampoco avalarán la reforma política que pretende imponer el presidente de la Junta de Coordinación Política, Alejandro Avilés Álvarez, con la cual no sólo pretende aspirara a la gubernatura del estado.
Los presidentes de los partidos, Juan Iván Mendoza Reyes (PAN) y Rey Morales Sánchez (PRD), fijaron su postura en torno a la situación que hoy vive el Poder legislativo ante lo que consideran falta de madurez política y consenso por parte del presidente de la Junta de Coordinación Política, Alejandro Avilés.
En este sentido reivindicaron la construcción de la coalición legislativa, con el propósito de hacer un llamado a la Junta de Coordinación política para que procese los acuerdos al interior del legislativo y los otros dos poderes del estado puedan contar con el proceso de consolidación de la democracia en Oaxaca.
De la misma manera dieron la bienvenida a los acuerdos que han tomado las fracciones parlamentarias en el congreso, lo que significa que se puede desahogar la agenda común que nos motivó a ir en coalición en el pasado proceso electoral.
“Hoy podemos hablar de un bloque de 21 partidos políticos que pueda hacer que el presidente de la Junta de Coordinación Política genere acuerdos y entienda que no está lidereando lo que era antes la Gran Comisión del Congreso…”
Ante la falta de disposición, no ha sido posible llegar acuerdos y ha metido en crisis al poder legislativo, subrayó.
De la misma manera coinciden en señalar que Avilés Álvarez muestra que en el congreso del estado no ha convocatoria y pretende dar un albazo en la reforma político electoral y esta es la razón de poner en crisis al Congreso; tratando de construir un escenario ambicioso de llegar a la candidatura del gobierno del estado.
De igual manera pretende de poner en crisis al Estado en su conjunto, amenazando a los municipios con desaparecer poderes, situación irresponsable que no comparten.
