La inflación a tasa anual de México se disparó a 4.48% durante enero, reportó esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, debido principalmente a la entrada en vigor de las nuevas disposiciones fiscales. Esta tasa es la más alta desde mayo del año pasado.
El índice nacional de precios al consumidor (INPC) registró en enero un incremento de 0.89%, la tasa más alta para el mes desde 2010, cuando se hicieron los últimos grandes cambios a impuestos.
La inflación subyacente, que permite apreciar mejor las presiones inflacionarias de la economía, fue de 0.85% en el mes, con lo que alcanzó una tasa anual de 3.21 por ciento. Por otra parte, la inflación no subyacente, que concentra a productos de alta volatilidad y autorizados por el gobierno, fue de 1.02% durante enero y a tasa anual se ubicó en 8.58 por ciento.
Al interior del INPC, los subíndices que registraron un mayor aumento en enero fueron los de alimentos, bebidas y tabaco con 2.35%, los energéticos con 1.86%, y las tarifas autorizadas por el gobierno con 2.38 por ciento.
En tanto, los productos que más incidieron en el repunto inflacionario fueron: los refrescos envasados con 12.81%, la gasolina magna con 1.78%, el metro o transporte eléctrico con 15.45% y el limón con 44.80 por ciento.
Analistas esperaban que la inflación en enero fuera de 0.89% y la tasa anual se ubicara en 4.55 por ciento.
El Banco de México anticipó hace unos meses que la reforma fiscal tendría un impacto de 0.40 puntos porcentuales sobre la inflación, los cuales estarán presentes todo el año, lo que impulsará la tasa por arriba de 4% durante la primera parte del 2014.
