Las mascotas virtuales ahora aprovechan las tecnologías inalámbricas para comunicarse con otros jugadores.
Las mascotas virtuales reviven en celulares, tabletas y en un moderno Tamagotchi. Ahora aprovechan las tecnologías inalámbricas para comunicarse con otros jugadores y utilizan la potencia de los dispositivos móviles para crear juegos más complejos y entretenidos, como Pou y My Talking Tom.
Se trata de mascotas electrónicas que requieren la atención de sus dueños para mantenerse saludables y vivas. Su versión original es como un llavero con la forma de un huevo, con una pequeña pantalla monocromática donde aparece la mascota. Hay que alimentarla, limpiarla o jugar con ella apretando tres pequeños botones. Todo esto con el fin de que los indicadores de felicidad, hambre y disciplina no decaigan. Si lo hacen, puede acarrear su muerte.
“Yo tenía uno que era un gato y lo cuidaba harto. El problema es que como no tenía pausa, tenía que llevarlo al colegio porque si no se podía morir y comenzaba a sonar. Si los profesores te veían con ellos, te los quitaban”, dice Natalia Salinas, que jugaba con estos dispositivos cuando era colegiala en los 90.
Ahora, las nuevas generaciones vuelven a revivir la dinámica de los Tamagotchi, pero con la ventaja que les da la evolución tecnológica. Bandai, por ejemplo, sacó esta Navidad una nueva versión que ya se vende en Europa, pero que estará disponible en junio de 2014 en EU y el resto del mundo.
El nuevo dispositivo -llamado Tamagotchi Friends- tiene la misma forma del original pero, a diferencia de éste, sí se puede poner en pausa. Además, se conecta inalámbricamente con otros Tamagotchi, lo que permite que sus propietarios se envíen mensajes de chat y que puedan jugar en línea, lo que les da más puntaje. Y si el dueño se descuida ya no se muere, sino que envía una carta de despedida.
Todo esto se complementa con un sitio que permite la interacción de la comunidad fanática de estas mascotas virtuales. “En los 90, Tamagotchi allanó el camino para la era digital en los juguetes, por lo que estamos muy contentos de estar dando al popular juguete clásico una actualización moderna”, dijo Darrell Jones, ejecutivo de Bandai.
Nueva era
Bandai también lanzó en diciembre Tamagotchi Classic, una versión del juego para tabletas y teléfonos inteligentes con sistema operativo iOS y Android. La idea es ser fiel a la primera versión de la mascota virtual, por lo que aparece en blanco y negro, aunque han agregado un modo llamado “App”, donde se puede jugar con controles más modernos y en color. Cuesta US$ 3,99.
Una versión más avanzada es Tamagotchi L.I.F.E., que tiene doce mascotas, incluye minijuegos y el usuario puede armar una colección con los Tamagotchis que ha jugado. Por ahora está disponible sólo en EU.
Para Daniel Winkler, fundador de la empresa de videojuegos IguanaBee, hay cinco motivos por los que los usuarios se enganchan con este tipo de juegos. “Te requieren y tienes que preocuparte de él o algo malo les puede pasar; aparentan tener vida, lo que hace que los usuarios se encariñen con ellos; apelan al factor sorpresa y el usuario se pregunta ‘qué pasaría si yo hago esto’. Además, evolucionan, lo que provoca que el usuario siempre quiera pasar al siguiente nivel y, finalmente, contienen minijuegos que hacen pasar un buen rato fuera de la dinámica tradicional del juego”.
Siguiendo la lógica de los Tamagotchi, otras empresas han desarrollado versiones más sofisticadas. Tal es el caso de Pou, una mascota virtual de feo aspecto, pero que es furor en los niños y adolescentes chilenos. “En mi curso casi todos lo juegan. Hay que cuidarlo, bañarlo, alimentarlo, jugar minijuegos y puedes personalizar su ropa”, dice Catalina Millar (14). El juego es gratis, pero hay que pagar si se quiere mejorar al personaje.
Otro juego similar para teléfonos y tabletas, aunque algo más sofisticado es “My Talking Tom”, cuyo protagonista es un simpático gato que también tiene necesidades que suplir, como diversión, comida, descanso e ir al baño. En el primer mes tras su salida el 2013, registró 27 millones de descargas en todo el mundo.
OrigenTamagotchi provendría de la palabra japonesa “tamago” (huevo) y “tomadochi” (amigo). Aunque otra versiones dicen que es una conjunción de “tamago” y “watch” (en inglés, reloj).