Catorce parejas contrajeron nupcias este 14 de febrero al interior de la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel, en un evento sin precedentes enmarcado en el programa gratuito “Febrero mes del amor y del matrimonio”, que por instrucciones del Gobernador Gabino Cué promueve el Registro Civil, en coordinación con el Sistema DIF Oaxaca.
Este programa de carácter gratuito, tiene el objetivo de legalizar la unión de las parejas, y en este caso, regularizar el estado civil de las y los internos, destacó la Directora del Registro Civil, Clarivel Rivera Castillo, al encabezar el acto, acompañada por la asesora penitenciaria de la Secretaría de Seguridad Pública, Margarita García García.
Muchas historias se entretejen día con día en este sitio. Sin embargo, algunas se entrelazarán entre sí, a través de la unión civil. Este viernes la mesa con flores, los globos y vestidos largos, rompieron con lo cotidiano de la reclusión.
Caleb tiene 35 años, espera ansioso la llegada de Mabel –su futura esposa- a quien toma de la mano amablemente cuando se acerca. Ella, también cumple un proceso judicial en el Centro de Reinserción Social (CERESO) femenil, que se ubica en Tlacolula de Matamoros, y a través de un permiso especial otorgado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pudo trasladarse a Santa María Ixcotel, exclusivamente para casarse.
“Hemos vivido momentos muy difíciles, pero siempre, en el corazón se alberga la esperanza de tener una vida normal bajo las circunstancias que sean”, narra Caleb mientras aguarda, acompañado de Mabel, el momento de sellar sus vidas.
Ambos sonríen y se abrazan durante la ceremonia civil. Les tocó iniciar el baile luego de ser declarados en matrimonio y entonces Mabel recuerda la situación judicial que los mantiene en dos CERESOS distintos: “Nuestro amor ha vencido y vencerá diversos obstáculos, el primero es la distancia, eso es un gran reto para nosotros”.
El Juez de la Sexta Oficialía del Registro Civil, Gerson García González encabezó el acto jurídico de las bodas colectivas, en cuya ceremonia exhortó a los contrayentes a erradicar la violencia de género, adquiriendo por igualdad derechos y obligaciones, además de fortalecer lazos de amor de manera equitativa.
“Los conmino a ejercer una paternidad y maternidad responsable, pero sobre todo equitativa, brindando igual número de oportunidades a sus hijas e hijos, procurando siempre el amor que hoy los une voluntariamente”, dijo el letrado.
Octavio y Alma; Mauro y María Elizabeth; Víctor y Antonieta; Jorge y Mitzi; Javier y María; Roberto y Áurea; Gaudencio y Felícitas; Mabel y Caleb, entre otras parejas se tomaron amorosamente las manos y aceptaron unirse en matrimonio. Luego, vino el anhelado beso, festejado entre los asistentes.
Las parejas iniciaron el baile con la interpretación de “Cásate conmigo” y “Amor del bueno”, lo que conmovió visiblemente a los presentes.
Pero el momento final llegó. Las parejas se despiden. Mabel retornará al penal femenil, pero en los grupos y talleres de reinserción social donde ambos participan y que son promovidos por la Secretaría de Seguridad Pública, será posible el reencuentro de la pareja. Mientras, la enorme puerta de hierro se cierra de par en par, dejando ahí al amor de su vida, quien está esperanzado de ver muy pronto a su esposa.