Tal como ha ocurrido en países como Venezuela y Brasil, el aumento de la participación privada en la producción de hidrocarburos provocará una caída en la recaudación fiscal petrolera de 70 a casi el 40 por ciento, advirtió el doctor Roberto Gutiérrez Rodríguez, investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), durante su participación en la mesa Reforma Energética, resultados e implicaciones.
Tras señalar que el efecto que las reformas: energética y hacendaria “combinadas” tendrán en el desarrollo del país es “difuso”, el investigador indicó que la caída en la recaudación repercutirá negativamente en el presupuesto público y al final en el ingreso de las familias mexicanas.
En la actividad organizada por el Centro de Investigaciones de América del Norte, el académico de la Unidad Iztapalapa dijo que en vez de aumentar los recursos del sector público a partir de la reforma en la industria petrolera “es probable que éstos se estanquen” y en el largo plazo, cuando las empresas extranjeras empiecen a extraer el petróleo de México, bajarán su carga tributaria respecto a lo que hoy paga Petróleos Mexicanos, que es de alrededor de 71 por ciento de sus ingresos.
En varios países latinoamericanos, cuando las empresas privadas aumentaron su participación, su aportación bajó a cerca de 40 por ciento. “Si se repitiera la experiencia de esos países en México, la recaudación tributaria será insuficiente y la única manera de resarcir los ingresos públicos será mediante una nueva reforma hacendaria, lo que podría ocurrir en 2017”.
De aquí a ese año el gobierno “va a preparar los elementos necesarios” para llevar a cabo esta reforma, y esto implicará nuevamente un alza de muchos impuestos, sostuvo el doctor Gutiérrez Rodríguez, quien advirtió que “esto quiere decir que en 2015 y 2016 no vaya a haber aumento de impuestos”.
Agregó al respecto que hay dos maneras de incrementar los impuestos: una a través de la miscelánea fiscal, que no requiere de aprobación del congreso, sino una ley de ingresos, y otra “es una reforma completa a través de una miscelánea fiscal y cambios en la ley de ingresos, la ley del impuesto al valor agregado y en la ley del impuesto sobre la renta”.
Es esa la manera como podría el gobierno aumentar la tributación, que de alguna manera “ya ha anunciado que la reforma hacendaria podría llegar a representar 2.5 del Producto Interno Bruto”.
El investigador apuntó que los empresarios han empezado a oponerse a la reforma hacendaria al promover amparos, como lo ha hecho CAINTRA, donde alrededor de 40 empresas ya se ampararon, lo que no sucede con las organizaciones de los trabajadores, cuya masa salarial, compuesta por salario y prestaciones, se empequeñecerá a medida que los efectos de la reforma se empiecen a manifestar e incidan profundamente en los niveles de vida de la población.
Finalmente, observó que en recientes negociaciones salariales, a los trabajadores se les aumentó entre 3.5 y 3.9 por ciento el ingreso, mientras la inflación se ubicará en este año en alrededor de 4.4 por ciento, lo que afectará en gran medida el ingreso de los asalariados.
