El Gobierno colombiano y las FARC iniciaron el lunes una nueva ronda de diálogo de paz en Cuba, que según el grupo guerrillero abre empañada por acusaciones de espionaje de comunicaciones de los negociadores y hechos de violencia contra unacandidata presidencial.
El sentimiento contrasta con el fin del ciclo anterior que ambas partes concluyeron con optimismo por los avances logrados en el tema delnarcotráfico, el tercero que discuten en 15 meses de conversaciones de una agenda dirigida a buscar acuerdos para terminar con un conflicto armado de más de medio siglo.
Iniciamos este nuevo ciclo de diálogo de paz arrastrando una gran desconfianza por el espionaje absurdo de la inteligencia militar y la policía de Colombia, dirigidos por la CIA, para afectar el proceso de paz”, dijo las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un comunicado.
Para las FARC, las interceptaciones involucran a sectores de la fuerza pública colombiana y consideró la situación como “subversiva” a los esfuerzos en la búsqueda de la paz.
Pretenden a través de sus escuchas o chuzadas ilegales a la Delegación de Paz de las FARC -contraparte del Estado en la mesa-, disuadir la búsqueda del entendimiento a través de asesores y amigos de la reconciliación”, agregó la nota leída por el representante de la guerrilla Pablo Catatumbo antes de entrar a las negociaciones.
Las denuncias de interceptaciones ilegales de comunicaciones de parte de la inteligencia militar a los negociaciones tanto del Gobierno como de las FARC, hechas por la revista Semana, fueron desestimadas en una investigación del Ejército ordenada por el presidente Juan Manuel Santos.
No obstante, poco después el mandatario reestructuró a su cúpula militar por denuncias de corrupción que la misma revista sacó a la luz pública y el domingo reveló que sus correos electrónicos privados fueron interceptados.
La delegación del Gobierno, que lidera el ex vicepresidente Humberto de La Calle, ingresó sin hacer comentarios a la prensa al Centro de Convenciones donde se desarrollan las pláticas desde noviembre del 2012.
FARC preocupada por ataque a candidata
Otro hecho que antecede al nuevo ciclo es el ataque a tiros el domingo en una zona fronteriza del noreste de Colombia a la candidata a la presidencia de Colombia por la izquierdista Unión Patriótica (UP), Aída Avella, quien salió ilesa junto a su equipo de custodia.
Si bien las autoridades no asignaron responsabilidades por el atentado, en la zona operan las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El incidente es el primero que compromete la seguridad de uno de los candidatos para los comicios de mayo, donde Santos buscará la reelección.
Las FARC el lunes condenaron el hecho como un atentado al proceso de paz y pidieron una investigación para esclarecerlo.
Registramos con preocupación el atentado contra la candidata de la UP (…) porque eso equivale a balear la credibilidad del proceso de paz de La Habana”, dijo el grupo guerrillero en el comunicado.
Durante el diálogo, el Gobierno de Santos y las FARC han logrado acuerdos parciales en el tema de uso de la tierra y la participación en política del grupo guerrillero una vez que alcancen un acuerdo de paz.
Actualmente, debaten el tema de drogas ilícitas. Los próximos asuntos a discutir incluyen el fin del conflicto, la compensación a las víctimas y los mecanismos de refrendación.