En el marco del “Día Internacional de la Mujer”, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) informó que en el 2011 las mujeres dedicadas a las labores domésticas tuvieron la mayor carga total de trabajo.
En este sentido, lo anterior, implica que por cada 10 horas de trabajo total femenino, los hombres realizaron 8.5 horas.
En cuanto al valor económico de las labores domésticas y de cuidados no remunerados, las féminas realizaron el 76.7% del total, que equivale a 15.6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en el año 2011.
Por ello el monto económico de cada mujer que realiza estas labores resultó similar al contribuir con 41 mil 100 pesos anuales para cubrir las necesidades de su hogar.
De acuerdo con el INEGI, al dividir la contribución por sexo, de acuerdo con la actividad realizada en el trabajo no remunerado en el hogar, en todos los casos la aportación de las mujeres supera el monto de los hombres.
Ejemplificó: en las actividades de alimentación, las mujeres participan con el 85.6% del rubro, enseguida está la limpieza y cuidado de la ropa y calzado, con 85%; mientras que la menor contribución de ellas está en las compras y administración del hogar, con 56.8% del total de ese bloque.
La institución resaltó que el papel de la mujer en el trabajo no remunerado del hogar tiene un aporte fundamental en el bienestar de la población, al realizar las labores encaminadas a producir los bienes y servicios que no se compran en el mercado, ya sea por cuestiones económicas o por costumbre.
Entre otras actividades que constituyen el trabajo no remunerado del hogar son: en los hogares, los alimentos requieren ser cocinados e incluso servidos; la casa y su mobiliario necesitan limpieza y mantenimiento; los niños, los adultos mayores o las personas con alguna limitación física o mental necesitan atención y cuidados.
El origen del “Día Internacional de la Mujer”
El origen de esta celebración se remonta a finales del siglo XIX con los cambios, producto de la industrialización y con el surgimiento de movimientos de corte ideológico, entre los que se enmarca la lucha de las mujeres para que les fueran reconocidos los mismos derechos que a los hombres en el ámbito laboral, político, económico y social.
Por primera vez en 1908, el partido socialista de Estados Unidos celebró el Día Nacional de la Mujer; en algunos países europeos, el 19 de marzo de 1911 inició la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con un mitin al que concurrieron más de un millón de féminas.
Exigían, además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
A partir de 1914 inició esta conmemoración el 8 de marzo de cada año y, paulatinamente su significado se fue extendiendo a la lucha, en búsqueda de la dignificación de la mujer en todos los ámbitos de la vida humana.
En Latinoamérica fue hasta la década de 1980 que comenzó esta celebración, como consecuencia de la “I Conferencia Mundial sobre la Mujer”, efectuada en México en 1975.
“En nuestro país, como en casi todo el mundo, cada 8 de marzo es ocasión para analizar y reflexionar qué acciones se han realizado y qué falta por hacer para garantizar los derechos de las mujeres mexicanas y la equidad de género”, asentó el INEGI en un reporte.