El Reino Unido celebra sus primeras bodas homosexuales

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Las primeras bodas de parejas entre personas del mismo sexo comenzaron a celebrarse hoy en Inglaterra y Gales tras entrar en vigor la ley que autoriza el matrimonio gay y que envía, según el primer ministro británico, David Cameron, un mensaje de “respeto, tolerancia e igualdad”.

Casi una década después de que las uniones civiles en ayuntamientos otorgaran a los homosexuales de este país derechos hasta entonces reservados a los matrimonios convencionales, docenas de parejas de gays y lesbianas se daban el “sí, quiero” apenas segundos después de la medianoche.

La reforma ha sido respaldada por el jefe del Ejecutivo, el conservador Cameron, que ha hecho frente a críticas de muchos de sus propios correligionarios y de la jerarquía anglicana al considerar que el matrimonio gay lanza “un poderoso mensaje” sobre la igualdad de derechos en el Reino Unido.

La denominada Ley del Matrimonio (para Parejas del Mismo Sexo) recibió luz verde en 2013 del Parlamento de Westminster, si bien sólo afecta a Inglaterra y Gales, pues Escocia ya aprobó una similar, que será efectiva a finales de 2014, mientras que la Asamblea norirlandesa no ha legislado al respecto.

Una de esas primeras parejas en beneficiarse de la nueva ley frente a los medios de comunicación fue la formada por Peter McGraith y David Cabreza, que sellaron sus votos en el Ayuntamiento de Islington (norte de Londres) tras 17 años juntos.

Los novios contaron como testigo con el activista para los derechos humanos Peter Tatchell, volcado en hacer campaña por la igualdad en el matrimonio durante los últimos 22 años.

Para Tatchell “la legalización del matrimonio gay zanja la última gran discriminación legal contra los gais en Inglaterra y Gales”.

Tras siete años juntos, Andrew Wale y Neil Allard también se intercambiaron sus votos en la ciudad de Brighton (sur de Inglaterra) tan pronto el reloj marcó las doce.

Me siento afortunado por vivir en un país donde los derechos humanos y la igualdad van en la misma dirección y en una ciudad con una impresionante historia de tolerancia e inclusión”, dijo Wale.

La ley permite a parejas homosexuales contraer matrimonio como los heterosexuales en ayuntamientos y templos religiosos que lo autoricen, pero no por la Iglesia anglicana, dividida al respecto.

Pese a esa división, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, indicaba recientemente que la iglesia ha aceptado que hay una ley que autoriza el matrimonio gay.

Welby ha tratado de evitar que ese cisma se extienda al Reino Unido, donde algunas congregaciones evangélicas conservadoras han amenazado con abandonar la Iglesia de Inglaterra si finalmente acepta que puedan celebrarse matrimonios gais en templos anglicanos.

Precisamente fue el rechazo de la iglesia a esta ley lo que obligó a que la legislación incluyese la prohibición de estos matrimonios en templos anglicanos.

La unión civil confería responsabilidades similares al matrimonio civil sin estar casados, permitiendo, por ejemplo, que en una pareja gay uno de herede el patrimonio del otro si éste fallece, pero no permitía cambiar el apellido como en el caso de los casados.

La legislación ha sido impulsada en todo momento por Cameron, que la considera necesaria “porque cuando el amor de las personas está dividido por la ley, es la ley la que hay que cambiar”.

En el portal de internet dirigido a la comunidad gay “Pink News”, el primer ministro subrayó la relevancia de este fin de semana para el Reino Unido “pues finalmente tendremos igualdad en el matrimonio”.

Además, el Gobierno ha izado hoy en algunos edificios gubernamentales la bandera del arcoiris que representa a los homosexuales para celebrar la nueva legislación.