Integrantes de la dirigencia colectiva de Comuna Oaxaca condenaron la muerte de su compañero Ignacio García Maldonado, a la vez que consideraron que este asesinato cometido la madrugada del sábado anterior, es un claro mensaje que están en la mira.
Efraín Solano Alinárez, Gilberto López Jiménez, Horacio Sosa Villavicencio y César Mateos Benítez, fijaron este domingo su postura frente a estos hechos y que lo relacionan a la demanda de justicia y de castigo para quienes desde el gobierno cometieron crímenes en contra la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en el 2006.
Reiteraron que a la fecha no se han esclarecido los más de 20 asesinatos, las desapariciones forzadas, las violaciones, la tortura, los golpes, las detenciones arbitrarias y los procesos judiciales por consigna cometidos contra las y los participantes en el movimiento social de 2006 y 2007.
Asimismo señalaron que la creación de una Fiscalía de Investigación de Delitos de Trascendencia Social en la Procuraduría local no ha implicado, hasta ahora, avance alguno en el cumplimiento de las exigencias mínimas para el procesamiento y castigo a los autores materiales e intelectuales de todos esos crímenes.
De la misma manera y no obstante que el Congreso de Oaxaca aprobó la creación de una Comisión de la Verdad para investigar esos hechos, la instancia aún no existe.
Mateos Benítez e integrantes de Comuna Oaxaca, consideran que no es indistinto que la misma mañana del asesinato de Ignacio García Maldonado se hayan encontrado restos de cuerpos frente al domicilio de un defensor de derechos humanos que también destacó por sus acciones a favor del movimiento social de 2006.
Por ello insistieron que el mensaje es claro: “estamos en la mira y el centro del asunto es 2006”.
De la misma manera aclararon que la otra persona encontrada en el lugar del crimen, no participa en la organización ni saben si fuese o no activista, como tampoco fue escolta de Flavio Sosa: “no la conocemos”.
Este asesinato, refirieron se suma a una amplia secuencia de ataques contra quienes han aportado desde la izquierda al movimiento social, a la vez que recordaron que en los últimos años se han cometido una serie de atentados contra dirigentes sociales de Oaxaca y que continúan impunes.
“Nuevamente, la inacción gubernamental que deriva en impunidad coloca a la dirigencia colectiva de Comuna Oaxaca en una situación especialmente vulnerable y hace creíbles las amenazas contra nosotros”.
La dirigencia colectiva de Comuna Oaxaca reconoció el inicio del trámite que anunciara la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca para la emisión de medidas cautelares a su favor y de Flavio Sosa Villavicencio, por lo que están a la espera de conocer los términos y en qué acciones concretas se traducirían esas medidas, para entonces poder decidir si se acogen a ellas.
“Sabemos que existe la posibilidad de que este caso se quiera aprovechar política y electoralmente para atacar al gobierno de Gabino Cué, y en razón de ello es que tomamos el acuerdo de no buscar la protección del gobierno federal, al menos por el momento”.
En este sentido confiaron que las autoridades locales darán a este caso la relevancia que tiene y actuarán en consecuencia.
Finalmente y para terminar con la impunidad que alumbra a la comisión de nuevos crímenes, demandaron instalar y facilitar el funcionamiento de la Comisión de la Verdad, con el fin de esclarecer los crímenes cometidos por el Estado contra el movimiento social oaxaqueño de 2006 y 2007.
En el mismo sentido, exigimos hacer más operativa la Fiscalía de Investigación de Delitos de Trascendencia Social e investigue lo necesario para identificar y castigar a quienes resulten responsables materiales e intelectuales de los crímenes cometidos por el Estado contra el movimiento social oaxaqueño.
“Las autoridades están obligadas a identificar a quién interesa cerrar el capítulo del movimiento social de 2006 y 2007 sin mayor investigación, borrarlo de la historia, y que no exista quien permanentemente les recuerde la deuda de un gobierno criminal hacia el pueblo de Oaxaca”.
