Estado niega registro a niño por tener dos madres

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Jesús Arath nació el 5 de marzo de 2014 en una clínica del Seguro Social, tiene casi un mes de edad y hoy es fecha que no existe ante la ley.

La Dirección del Registro Civil de Nuevo León le ha dado largas a la expedición de su acta de nacimiento. La dependencia estatal no ha encontrado la manera de generar un documento de identidad en el que diga que fue registrado por dos madres.

Fue traído al mundo tras una batalla legal en tribunales para que su madre, Krystal Pacheco, pudiera ser dada de alta ante el IMSS en función de su matrimonio legal con Gizela Almazán, otra mujer, a pesar de que el contrato es reconocido y tiene validez legal en todo el país por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Krystal fue dada de alta “por humanidad”, debido a que padecía diabetes gestacional y el pequeño padece una ectácea renal que debe ser operada, y recibió el beneficio 3 días antes de que el IMSS circulara a nivel nacional un comunicado donde señalaba que los matrimonios del mismo sexo tenían derecho a la seguridad social.

La primera batalla fue ganada, la segunda tiene unos días de haber iniciado.

El pasado 25 de marzo, Gizela y Kristal, acompañados de dos testigos acudieron al Pabellón Ciudadano del Gobierno Estatal, donde se encuentran las oficinas del Registro Civil para obtener el acta de nacimiento de su hijo.

Arath, llevado por sus madres, iba en busca de su derecho a la identidad y la nacionalidad, pero fue detenido desde la primer puerta, cuando la empleada que otorga información, les pidió amablemente sus papeles y le solicitó tomar asiento mientras buscaba a un supervisor.

Unos minutos después, un empleado con uniforme de la dependencia les dijo que había un “problema”, ya que una contradicción legal con el Código Civil del Estado les impedía proceder de la forma acostumbrada.

El artículo 25 de esta normativa dice que: “Toda persona tiene el derecho y el deber de ostentar su nombre completo en los actos jurídicos en que intervenga”.

Sin embargo, en el caso de Jesús Arath “no procede”, ya que en el mismo articulado Bis1 señala que: “El nombre propio será puesto libremente por quien registre el nacimiento de una persona y los apellidos serán el paterno del padre y el paterno de la madre, o en su caso, sólo los de aquél o los de ésta”.

La ley no menciona dos mamás o dos papás, y el niño no puede ser nombrado, violentando así sus más básicos derechos.

La declaración Universal de Derechos de los Niños, signada desde 1959 por los países que integran la Organización de las Naciones Unidas de las que México es parte, empieza con “el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión, idioma, nacionalidad, sexo, opinión política…”.

También dice en su tercer punto que todo niño tiene derecho a un nombre y una nacionalidad de nacimiento, sin embargo no siempre sucede, al menos no en Nuevo León.

En el Registro Civil, Gizela, Krystal y los testigos entran a una segunda sala de espera donde tienen que explicar nuevamente el caso al secretario del director, Gilberto Treviño Aguirre.

El secretario los canaliza con el coordinador jurídico de la dependencia, Alberto Cantú.

El trato es muy bueno, pero la respuesta es la misma: “no se puede”.

Krystal le explica el caso: “Arath tiene Seguro Social de recién nacido, éste se vence a los 45 días, cuando ya debe darse de alta oficialmente, para eso necesitamos su acta de nacimiento”.

El 14 de abril el pequeño de 40 días de nacido tiene una cita de Urología, pero su seguro vence el día 13.

Esta cita sería sólo uno de los pasos necesarios para atender su problema renal congénito, ya que debe ser valorado también por un nefrólogo y que se le dé cita para la cirugía, que no contempla grandes riesgos y podría ser incluso ambulatoria.

Gizela explica: “El seguro Krys lo tiene por mí, porque es mi esposa, entonces el acta de nacimiento de Arath me debe contemplar como su madre, para poder yo, en base a mis derechos darlo de alta y que goce de todos los beneficios, estamos hablando de su salud y su vida”, dijo.

A las madres se les solicitó la petición de registro por escrito y el mismo día la dejaron en los escritorios de la dependencia.

Son ya ocho días de largas, el caso, así como la salud del bebé, está en manos de la Dirección del Registro Civil.

La única respuesta que han obtenido, fue un telefonema que recibió Krystal de un funcionario del Registro Civil esta semana, quien le recomendó buscar al padre biológico para que registre a Jesús Arath.

La mujer se negó con el argumento de que se trata de un donante anónimo al que no ha visto nunca.

“¿Y no puede buscarlo?”, respondió el funcionario.