El Instituto Nacional Electoral (INE) nació este viernes con una tarea que sus propios integrantes describen como “titánica”: concretar la reforma político-electoral promulgada en febrero pasado.
La reforma obliga a que la institución asuma las actividades que dejó el extinto Instituto Federal Electoral (IFE), entre las que destaca la organización de las elecciones federales de 2015 para renovar la Cámara de Diputados, así como sus responsabilidades dentro de las contiendas en estados y municipios.
Algunas de esas nuevas tareas son nombrar a los consejeros de cada uno de los 32 institutos electorales estatales —en total, 224 funcionarios— y encargarse directamente de aquellos comicios locales que rebasen la capacidad de los órganos de las entidades.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, reconoció este viernes que hacerse cargo de esas actividades no será una labor sencilla, aunque confió en que el nuevo árbitro electoral podrá cumplirlas.
“Echar a andar la reforma de 2014 es una tarea titánica pero no imposible”, dijo Córdova durante la primera sesión del INE.
Algunos expertos en la materia consideran que lo primero que debe hacer el INE para cumplir con sus nuevas responsabilidades es trabajar con diputados y senadores en las leyes secundarias de la reforma político-electoral, porque en éstas se definirán las reglas que el instituto deberá seguir en sus actividades.
“El reto principal del INE es ser un interlocutor cercano al Congreso de la Unión y estar diseñando esta legislación secundaria. Finalmente, es el INE el que va a operar estas reglas electorales”, dijo César Astudillo, especialista en Derecho Electoral de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las leyes secundarias —que deben quedar aprobadas a más tardar el 30 de abril— determinarán en qué casos el INE podrá atraer la organización de una elección local, así como los mecanismos que el instituto tendrá que seguir para nombrar a los consejeros electorales estatales.
Para los expertos, una vez que esa legislación entre en vigor, el siguiente desafío del INE será, justamente, elegir a los consejeros de las entidades.
“Ese es el asunto político más relevante que va a tener que enfrentar”, dijo Jorge Javier Romero, politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante la discusión de la reforma político-electoral, el Congreso decidió dar al INE esa facultad porque el PAN y el PRD consideraron que de esa manera se garantizará la imparcialidad de los órganos electorales de los estados.
Según la oposición, el método de selección anterior —a través del voto de los congresos locales— favorecía que el PRI designara a consejeros que le fueran afines, debido a que el partido tricolor cuentan con el gobierno y la mayoría legislativa en la mayor parte de las entidades del país.
Aunque el PRI negó entonces que sus gobernadores y legisladores busquen intervenir en las votaciones de cada estado, al final accedió a que el INE se encargue de nombrar a los consejeros electorales locales.
La reforma establece que el INE debe designar a estos nuevos consejeros antes de las siguientes elecciones en estados y municipios. Esto obliga a que el instituto acelere el proceso y haga los nombramientos correspondientes cuando menos en los 17 estados que tendrán contiendas en 2015.
Las tareas para 2015
Dentro del ámbito federal, además, el INE tendrá dos tareas inmediatas: definir el registro de nuevos partidos e iniciar la organización de las elecciones federales del próximo año, en las que podrán votar al menos 77 millones de personas.
En 2013, tres organizaciones cumplieron los primeros requisitos para convertirse en fuerzas políticas: Encuentro Social, Frente Humanista y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Esta última es dirigida por el excandidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, crítico del desaparecido IFE y quien desde este jueves descalificó a los integrantes del INE, argumentando que no dan “ninguna garantía” de que se respetará el voto de los ciudadanos.
Respecto de las elecciones federales de 2015, la legislación secundaria debe definir cuándo arrancará formalmente el proceso y, a partir de que esto ocurra, el INE tendrá que determinar topes de gastos de campaña, los tiempos de cada partido en medios electrónicos y comenzar la capacitación de funcionarios de casilla, entre otros temas.
Para los analistas consultados, del cumplimiento de esas tareas dependerá que el INE obtenga o no la confianza de los ciudadanos.
En febrero, cuando iniciaba la transición del IFE al INE,encuestadores dijeron a CNNMéxico que el desaparecido instituto se quedaría con una “buena imagen” entre la mayor parte de la ciudadanía.
Sin embargo, reconocieron que había electores descontentos con su labor porque consideraban que el órgano actuó parcialmente en las elecciones de 2006 y 2012, contiendas en las que perdió López Obrador.
Al respecto, Astudillo comentó: “Hay inicialmente un voto de confianza en esta institución. Y ahora corresponderá al instituto tener credibilidad hacia la ciudadanía”.
“La credibilidad y la confianza son cuestiones que se van construyendo día a día, y en ese sentido, a partir de hoy será uno de los principales retos que va a enfrentar la nueva autoridad electoral”, dijo el investigador.