Luna ‘sangrienta’ del 15 de abril revive teoría apocalíptica

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Aunque este fenómeno se debe simplemente a los rayos solares refractados y dispersados por la atmósfera terrestre iluminando la Luna, desde tiempos remotos ha sido considerado como señal de eventos funestos.

El próximo 15 de abril, la Luna podrá observarse ‘pintada’ de color rojo sangre al estar completamente inmersa en la sombra de la Tierra durante un eclipse lunar, dando pie al fenómeno que algunos religiosos llaman ‘Luna sangrienta’.

Este singular eclipse lunar iniciará a las 5:20 GMT, cuando la luna empezará a entrar en la sombra de la Tierra y así formará una línea recta con nuestro planeta y el Sol.

Fred Espenak, experto de la NASA señaló que el eclipse durará aproximadamente unos 78 minutos y será visible en América del Norte y la parte occidental de Sudamérica.

Lo inusual de este fenómeno es que será el primero de los cuatro eclipses lunares totales que se podrán observar desde la Tierra en los próximos dos años, la llamada tétrada lunar, que no se produce desde el año 1600 d.c.

Cada uno de los cuatro eclipses ocurrirá aproximadamente cada seis meses: el segundo se avistará el próximo 8 de octubre, el tercero podrá observarse el 8 de abril del 2015 y el cuarto, el 28 de septiembre, también del 2015.

En la antigüedad, cuando las personas no podían explicar la ciencia detrás de este evento, era considerado como un mal presagio. Sin embargo, incluso ahora, algunos religiosos lo consideran una señal negativa, como el pastor John Hagee, quien sugiere en su libro “Cuatro lunas sangrientas: algo está apunto de cambiar”, que la tetrada cumple la profecía bíblica vinculada con el apocalipsis.

De acuerdo con la NASA, un eclipse lunar ocurre cuando la Tierra se posiciona entre el Sol y la Luna. Si se contemplara un eclipse lunar desde la Luna, se vería al Sol ocultándose y saliendo detrás de la Tierra.

Aunque la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, el disco lunar permanece parcialmente iluminado por los rayos solares, que rodean la tierra y son reflejados y dispersados por la atmósfera terrestre.

Visto desde nuestro planeta, estos rayos “rellenan” la sombra proyectada de la Tierra sobre la superficie lunar, dándole al disco lunar un brillo anaranjado o rojizo, del mismo modo a cuando vemos amaneceres o atardeceres que pintan los paisajes con diversos tonos de naranja, rosa o rojo.