Naciones Unidas criticó este viernes la ejecución del preso mexicano Ramiro Hernández Llanas, ocurrida el miércoles en una prisión de Estados Unidos, pues el organismo dijo que mediante esta acción fue violado el Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
“Este caso pone a Estados Unidos en una situación de violación del derecho internacional porque no se concedió al señor Hernández acceso a los servicios consulares, de acuerdo con el artículo 36 de la Convención de Viena sobre relaciones consulares”, dijo Rupert Colville, vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Un extranjero procesado debe acceder a su representación consular para que se garantice el respeto de sus derechos, dijo el vocero.
Agregó que la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, escribió a las autoridades de Texas para que detuvieran la ejecución, pero su petición no fue atendida.
Hernández Llanas, de 44 años, murió mediante una inyección letal la tarde del miércoles. Fue condenado a la pena de muerte por el asesinato del profesor universitario Glen Lich, ocurrido en octubre de 1997, así como por la violación de la esposa de Linch.
Colville señaló que “la violación del derecho a la notificación afecta al debido proceso y la ejecución de un ciudadano extranjero privado de sus derechos consulares constituye una privación arbitraria de la vida”, una violación de Estados Unidos al tratado que firmó en 1992.
El vocero precisó que aunque la decisión de ejecutar a Hernández Llanas fue del estado de Texas, éste arrastra la responsabilidad de Estados Unidos a nivel internacional.
Sobre las consecuencias que pudiera tener esta violación estadounidense del derecho internacional, Colville dijo: “no hay un policía que va a tocar a la puerta, pero indudablemente es negativo para la reputación de un país”.
Agregó que también está abierta la posibilidad de llevar este caso ante instancias judiciales internacionales.
Las autoridades consulares ofrecen a sus nacionales acusados de algún delito el servicio de traducción, vigilan que su caso cumpla con todos los requerimientos legales y, de manera general, intentan garantizar que el proceso sea justo.
En Estados Unidos se han ejecutado 16 penas de muerte en lo que va del año y Hernández Llanas fue el sexto ejecutado en Texas en ese mismo periodo.
