El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy a la oposición republicana a que “escuche la voluntad del pueblo” y permita de una vez la votación de un proyecto de reforma migratoria en la Cámara de Representantes que domina.
“Instamos a los republicanos de la Cámara a escuchar la voluntad del pueblo estadunidense y llevar la reforma migratoria al pleno de la Cámara para su votación”, dijo Obama en una declaración emitida desde la Casa Blanca.
“La mayoría de los que viven en Estados Unidos están por delante de los representantes republicanos en esta cuestión crucial y existe un amplio apoyo para la reforma, incluso entre los demócratas y los republicanos, sindicatos y negocios, y grupos religiosos y de agentes del orden”, insistió.
Su llamado se produce en el mismo día en que se cumple un año de la presentación en el Senado de una propuesta de ley migratoria bipartidista que acabó siendo aprobada a finales de junio.
Desde entonces sin embargo la normativa está bloqueada por una cámara baja en la que la mayoría republicana ha rechazado una y otra vez permitir el avance de cualquier iniciativa migratoria, incluso una propuesta bipartidista similar a la del senado, la H.R. 15.
“Los republicanos no han hecho nada más que ofrecer excusas por su fracaso a la hora de actuar”, lamentó también la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Pero el nuevo llamado de Obama y sus demócratas, que deja clara la visión de la Casa Blanca de que la responsabilidad en el avance o no de una solución para los más de 11 millones de indocumentados en el país depende de los republicanos, se produce también en momentos en que el presidente siente crecientes presiones por parte de los activistas migratorios que hasta ahora eran sus aliados.
Ante la falta de avances en el Congreso, muchos activistas han tornado los últimos meses sus demandas a la Casa Blanca, a la que reclaman que actúe por la vía ejecutiva, esto es, emitiendo decretos, para cuanto menos paliar las deportaciones récord que continúan separando familias mientras no se logre una reforma migratoria que resuelva este problema.