Más de 500 migrantes centroamericanos salieron ayer en 13 autobuses de la Casa de Retiro de la Renovación Carismática Católica en esta capital con destino a Coatzacoalcos, Veracruz, donde culminará el Viacrucis del Migrante, aunque la mayoría seguirá su intento de llegar a Estados Unidos o a alguna ciudad del norte en México.
En el trayecto de unos 160 kilómetros a Coatzacoalcos, Veracruz, las unidades fueron custodiadas por dos patrullas y cuatro elementos de la Policía Federal.
Antes de abordar los camiones contratados por el gobierno de Tabasco, los migrantes hicieron limpieza en la casa de retiro, lugar donde pasaron la noche tras viajar de Playas de Catazaja. Un día antes habían llegado a ese lugar de Arena Hidalgo, Tenosique, municipio en el que el jueves pasado quedó varada La Bestia, ferrocarril que se negó a llevarlos a Palenque, Chiapas.
Juan Ramón Lemus Lara, hondureño que vivió en Estados Unidos donde nacieron sus hijos, pero que fue deportado hace algunos años, mostró una pancarta con los nombres de su descendencia. “Kiara, Elena, Josué, Joshia, los amo”. Espera reencontrarse con ellos en Houston, Texas.
El director de Gobierno de Tabasco, Roberto Mendoza Flores, dijo que “la labor de la administración estatal es llevar a los migrantes a Coatzacoalcos, donde ellos decidirán qué hacer”.
El director de la Casa del Migrante La 72, Fray Tomás González Castillo, señaló que en Veracruz decidirán por dónde continuar, dijo que podría ser por Córdova o Tierra Blanca, pero aún no está definido.
No todos los indocumentados buscan llegar al vecino país. Elba Reyes es una madre soltera que viene de San Pedro Sula, Honduras, donde dejó a sus cinco hijos de 16, 14, 11 y 6 años, y Escarlet, una niña de año y medio.
Viaja con su sobrina Marilú Jazmín de 28 años y busca quedarse en Monterrey, Nuevo León, donde vive su sobrino. Decidió no irse a Estados Unidos para no alejarse más de sus hijos, a los que pretende volver a ver en diciembre.
Lo más duro que ha pasado es cruzar cuatro horas en lancha de Los Naranjos, Guatemala, hasta El Ceibo, en la frontera con Tenosique, Tabasco. Fray Tomás confirma que son muchos los que buscan quedarse en algún estado de este país.
Edwin Ramírez, de Santa Tecla en El Salvador, pretende llegar a Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde quedó de verse con un amigo que lo llevará a Carolina del Norte, en el país vecino.
De Edwin dependen sus cinco hermanos y su madre. Con una mochila sobre sus hombros, en la que guarda una muda de ropa y un par de pastillas para el dolor de cabeza, dice que espera conseguir una vida mejor.
Al llegar a Coatzacoalcos, por la tarde, los migrantes marcharon por la principal avenida de la ciudad, en protesta por las violaciones a sus derechos humanos en México, durante su trayecto a Estados Unidos.
