Uno de los conciertos más esperados de la primera edición del Festival de la Ciudad de Oaxaca, que se realiza en el marco de 482 aniversario de esta capital fue el que ofreció la noche de este domingo la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO) bajo la dirección del reconocido trombonista Faustino Díaz, y que logró cautivar al público local y extranjero que abarrotó el majestoso Teatro Macedonio Alcalá.
En punto de las 19:00 horas, el recinto ubicado en el corazón del Centro Histórico lució a su cupo total por los cientos de personas que se dieron cita para apreciar la dirección de Faustino Díaz, el mejor trombonista del mundo, pero también para escuchar, como pocas veces ha pasado, a César Martínez Bourguet, otro talentoso chelista oaxaqueño que ha logrado poner en alto el nombre de la entidad.
A pesar de la calurosa noche, el escenario del Macedonio Alcalá cobijó a los integrantes de la OSO, quienes vestidos de manera elegante, dieron la bienvenida al público, pero sobre todo al joven director que entró a escena vestido de negro para hacer la Obertura Primavera de Joaquín Beristain (1817 – 1839).
La pieza se llevó los aplausos y los primeros minutos de este recital, en donde el público se maravilló por la maestría, dominio y ejecución de la orquesta, la agrupación oaxaqueña que hoy está conformada por músicos de diversas generaciones que dejaron lo mejor de sí en el escenario.
Al concluir esta primera pieza, en donde resaltó el sonido de las cuerdas, el público ovacionó a los artistas y esperó con ansias la presencia del joven Bourguet, ganador, de entre otros reconocimientos, del Primer Premio del Concurso The Schlern International Music Competition (2005), celebrado en Italia.
Un sonoro aplauso que recorrió el recinto cultural le dio la bienvenida al chelista, quien atento con sus colegas y el público, tomó su lugar de solista para interpretar, en compañía de la orquesta el Concierto para Cello en C mayor de F. J, Haydn. La pieza, de poco más de 20 minutos, mantuvo en silencio la sala y atentos a los asistentes, quienes pudieron apreciar el talento de este joven oaxaqueño, hijo de uno de los más grandes artistas locales, Arturo Martínez San Juan, fallecido en el año 2011.
La grandeza del solista impactó de tal manera que al finalizar su ejecución, el público soltó uno de los aplausos más largos de la noche que invitó a Bourguet a salir un par de veces más al escenario, y en una última interpretar, solo, el Capricho número 7 de Alfredo Piatti, piezas que una vez más hizo lucir al oaxaqueño, quien se despidió con esta muestra musical.
Después de un breve intermedio de diez minutos, tiempo que algunos aprovecharon para felicitar al chelista, la segunda parte del concierto dejó el escenario solo para Faustino Díaz, que dejó su trombón para dirigir a la OSO e interpretar la Sinfonía 25 en Sol menor de Wolfgang Amadeus Mozart.
La riqueza de la pieza, en cada uno de sus movimientos, dejó ver la capacidad de cada uno de los músicos y la dominación que Díaz tiene en la música. Después de más de 25 minutos de grandeza sonora, la OSO y Díaz se despidieron de los asistentes y de su participación en este festival que organiza la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca y el municipio capitalino.
La batuta de Faustino Díaz, hizo brillar a la Orquesta Sinfónica de Oaxaca con un repertorio que sacó a flote el talento de los músicos oaxaqueños de esa organización artística.
Los festejos para la ciudad continuarán durante toda esta semana y hasta el próximo 8 de mayo.