Mujeres chiapanecas viven de cerca la violencia de género

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El alcoholismo es un factor para la violencia de género en las comunidades indígenas de Chiapas, excepto en aquellas donde se profesan religiones diferentes a la católica. Sin embargo, en estos últimos casos, se refuerzan los roles de género donde las mujeres deben estar sometidas, por lo que a la vez se presenta otro factor más para la violencia contra ellas.

Así lo explicaron Roxana Reyes y Rosalva Pérez, de la organización civil Solmundi, la cual realizó un trabajo de investigación para conocer cómo se vive la violencia intrafamiliar y de género en comunidades indígenas tzotziles y tzeltales de dos municipios chiapanecos: Larráinzar y Chilón.

Durante las visitas a más de veinte comunidades en total, las mujeres describieron que cuando sus esposos se emborrachan es cuando ellas y sus hijos corren riesgo de ser golpeadas, porque mientras están sobrios no son violentos. Incluso los propios hombres reconocen que cuando están alterados por el alcohol, tienden a golpear a sus esposas.

Panorama del feminicidio en Chiapas

En el marco del quinto día de trabajos de la XIII Semana Cultural de la Diversidad Sexual, que se lleva a cabo en esta ciudad, también se informó que en 2013 se registraron más de 100 feminicidios en este estado del sur del país, de acuerdo con organizaciones de la Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas.

El 25 de noviembre de ese año, cuando se habían contabilizado 84 asesinatos de mujeres (entre enero y octubre), activistas agrupadas en esta iniciativa presentaron una solicitud ante la Secretaría de Gobernación para que se emitiera una Alerta de Género para el estado, la cual debería repercutir en acciones concretas y urgentes para detener la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, debido a las características especificadas en el Código Penal para clasificar un crimen como feminicidio, el gobierno estatal sólo reconocía 51, por lo que la alerta fue negada. Ante esta decisión, las organizaciones interpusieron un amparo y están en espera de una respuesta.

Entre las características de las mujeres que han muerto de manera violenta en Chiapas durante el último año se encuentran que un porcentaje importante de ellas son migrantes centroamericanas (4 guatemaltecas, 3 hondureñas y de 34 se desconoce su nacionalidad).

Además, el 32 por ciento de las mujeres fueron asesinadas en su espacio doméstico, y 80 por ciento de los agresores tenían o habían tenido alguna relación directa con la víctima.

Gloria Ruiz, del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, y Azalia Hernández, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, denunciaron que hay una ausencia total de acciones estatales para frenar la violencia contra las mujeres, y que las cifras oficiales disponibles sobre feminicidios no permiten ahondar en las características de las víctimas, por ejemplo, su ocupación o su nivel educativo.