Las pugnas internas por la dirigencia nacional del PAN, que dividen en dos al partido, pusieron a tambalear el periodo extraordinario de la próxima semana para aprobar las leyes secundarias de la Reforma Electoral.
A las once de la mañana de ayer, Roberto Gil Zuarth, identificado con el calderonismo, anunció a los integrantes de la Mesa de Aproximación, donde se trabaja el dictamen de las leyes secundarias, que ellos no respaldan los acuerdos alcanzados por Jorge Luis Preciado, identificado con Gustavo Madero, y que no aprobarán nada antes del 18 de mayo, día de la elección del presidente nacional del PAN.
La noticia molestó a legisladores del PRI, del PRD y a los panistas identificados con Madero.
Luis Miguel Barbosa, líder de la bancada perredista en el Senado, expuso: “Los temas que no podamos cerrar en la mesa de negociación vayamos al pleno a debatir y a votar; de lo contrario, parece un vaivén. Nosotros ya no queremos ser parte de ese escenario de duda”.
Nada antes del 18 de mayo: calderonistas
Los conflictos internos del PAN vuelven a poner en riesgo el extraordinario y las leyes secundarias en materia electoral.
Otra vez, las divisiones internas en el PAN por la sucesión en su dirigencia nacional pusieron a tambalear el periodo extraordinario de la próxima semana donde se planeó que se aprueben las leyes electorales, pues ayer los calderonistas desconocieron los acuerdos de su coordinador, el maderista Jorge Luis Preciado, y advirtieron que no irán a ninguna reforma antes del 18 de mayo, día de la elección interna en el blanquiazul.
Como lo hizo el pasado 10 de abril, cuando desconoció los acuerdos trabajados por los maderistas Héctor Larios y Jorge Luis Preciado, ayer el calderonista Roberto Gil Zuarth informó a los integrantes de la Mesa de Aproximación que no aprobarán nada antes del 18 de mayo, porque el gobierno federal quiere tener “cautivos” a los calderonistas unos días antes de las elecciones panistas, con el fin de que no puedan trabajar por Ernesto Cordero, para ayudar así a la campaña de Gustavo Madero por la reelección.
“Lo que se ha conocido es que el PAN estaría pidiendo que el extraordinario fuera hasta una semana siguiente, después de su proceso electoral; eso es lo que está en curso”, reveló ayer el coordinador de los senadores del PRD, Luis Miguel Barbosa, quien exigió al PRI y al PAN cumplir la palabra empeñada de que el extraordinario para aprobar el paquete electoral será los días 14 y 15 de mayo.
A las 11 de la mañana de este jueves, cuando los integrantes de la Mesa de Aproximación, donde confluyen senadores del PRI, PAN y PRD, junto con el consejero de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos, y el subsecretario de Enlace Legislativo, Felipe Solís Acero, se disponían a discutir los primeros temas a destrabar en materia electoral, Roberto Gil Zuarth, calderonista, anunció que ellos no respaldan los acuerdos de Jorge Luis Preciado, maderista, y presidente de la Junta de Coordinación Política y no aprobarán nada antes del 18 de mayo, día de la elección interna del PAN.
Aclaró, sin embargo, que los calderonistas no se van a levantar de la mesa de discusión, que van a continuar todos los días en la construcción de acuerdos, pero definitivamente no irán a ningún proceso de votación antes de que se defina quién será el presidente nacional de Acción Nacional.
Anuncio genera molestia
La noticia generó molestia entre los representantes del PRI, entre quienes estaban Miguel Ángel Chico Herrera, Cristina Díaz, Arely Gómez y Enrique Burgos; en los del PRD, que estaba representado por Alejandro Encinas Rodríguez, Benjamín Robles, Armando Ríos Piter y Luis Sánchez Jiménez, así como en los del gobierno federal.
De inmediato, el líder de los senadores del PRD convocó a conferencia de prensa para fijar su posición, en el sentido de que el Senado, el Congreso de la Unión en su conjunto, el INE y el país no deben sujetarse a los tiempos de los panistas en función de su contienda interna.
“Nosotros fijamos una posición de no estar de acuerdo. Los temas que no podamos cerrar en la mesa de negociación, vayamos al pleno a debatir sobre los mismos y a votar; de lo contrario, parece un vaivén que, de verdad, nosotros no queremos ya ser parte de ese escenario de duda y de falta de reconocimiento al trabajo que se hace y a lo que se anuncia; la seriedad de lo que se dice. No admitiremos esa posición y, por eso, también emplazamos al gobierno y al PRI a que vayamos al pleno”, destacó.
El anuncio realizado por los calderonistas echó por tierra el optimismo de los senadores de todos los partidos y el gobierno federal en torno del periodo extraordinario de la próxima semana, aunque todavía hasta anoche los integrantes de la Mesa de Aproximación trabajaron de manera intensa en el supuesto de que este viernes pueda estar listo el dictamen, como lo prometieron públicamente.
La discordia, en candidaturas comunes
Las candidaturas comunes se mantienen como el punto de mayor desacuerdo entre la dupla formada por los senadores de PAN y PRD y la formada por los legisladores del PRI y el gobierno federal, pues a pesar de que tienen varios días de discutirlas, no logran ponerse de acuerdo.
Anoche, los responsables de la negociación en la Mesa de Aproximación del Senado para construir las leyes electorales, reportaron, por primera vez, un avance de 50% en la construcción de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, aunque el panista Juan Carlos Romero Hicks acotó que se trata de un diálogo donde los acuerdos están en proceso.
El priista Miguel Ángel Chico Herrera y el perredista Alejandro Encinas anunciaron que la Mesa de Aproximación logró avances significativos en la construcción de los criterios precisos de las facultades de atracción y delegación del Instituto Nacional Electoral (INE) frente a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES, antes Institutos Electorales Estatales), que sólo en casos excepcionales se aplicarán, pero siempre sujetas a lo establecido en la Constitución Política mexicana.
Los tres representantes de los grupos negociadores precisaron que también los temas de las candidaturas independientes y de la fiscalización se quedaron como el conjunto del mayor atorón, y aunque hay diferencias de origen en lo que llaman el modelo de comunicación política, el tema todavía no fue tratado en el plano de las redacciones.
Interrogados sobre la posibilidad real de que con este ritmo de avance el próximo lunes puedan convocar a las comisiones unidas, Chico Herrera y Encinas expresaron que es altamente probable, pero Romero Hicks fue menos optimista, pues insistió que se trata de avances de entendimiento, no de acuerdos concretos.
Aunque el miércoles Encinas anunció que no se van a detener más en las diferencias y éstas se irán a la discusión de comisiones unidas o al pleno, ayer Romero Hicks consideró que debe ser dentro de la Mesa de Aproximación donde deben concretarse todos los acuerdos antes de llegar a comisiones.
De acuerdo con la información obtenida por Excélsior sobre el debate entre los legisladores federales y los representantes del gobierno federal, dedicó una gran parte de su día de trabajo ayer al debate de las candidaturas comunes, que el PAN y el PRD insisten en impulsar, al grado de que el coordinador parlamentario panista, Jorge Luis Preciado, planteó que si el gobierno federal acepta las candidaturas comunes, entonces el PAN aprobará en sus términos el paquete de iniciativas presidenciales en materia energética.
La explicación sobre las candidaturas comunes es que tanto el gobierno federal como el PRI recordaron a los senadores de PAN y PRD que desde hace varios meses, cuando se construyó la Reforma Constitucional, se acordó que no las habrá, y para eso se construyó el modelo de las coaliciones flexibles, que por cierto fue un texto redactado completamente por el calderonista Roberto Gil Zuarth.
Además, desde ese momento se acordó que las candidaturas comunes no generan claridad y certeza de por quién votan los ciudadanos, y ahora se trata de colocar como parte de la negociación, con lo cual se darán pasos atrás en los acuerdos previos y en la pretensión de claridad que se busca ofrecer a los electores.