Homofobia persiste en centros de trabajo; encuesta

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Una de cada tres personas integrantes de la comunidad lésbico, gay, bisexual, travestí, transgénero, transexual e intersexual ha sufrido alguna vez en su vida discriminación en su centro laboral, reveló la Primera Encuesta Nacional sobre Homofobia en el Trabajo realizada por la organización civil Espolea en conjunto con el sitio web Foro Enehache y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

De acuerdo con la información analizada, 55 por ciento de las y los encuestados señalaron que nadie o pocos compañeros de trabajo sabe sobre su preferencia sexual o identidad sexogenérica; en 21 por ciento de los casos refirieron que todos sus colegas lo saben, y otro 21 por ciento, indicaron que la mayoría lo sabían.

A la pregunta de si alguna vez habían cuestionado por su orientación sexual para obtener un empleo, 20 por ciento afirmó que si se lo habían preguntado y 14 por ciento aseguró que se lo habían negado. Estas cifras se incrementaron en el rubro de personas que aseveró vivir “fuera del clóset” ya que 39 por ciento mencionó que le habían preguntado abiertamente sobre su preferencia sexual para conseguir el trabajo; 35 por ciento aseguró que le habían negado el trabajo, y 26 por ciento refirió que lo habían despedido.

Al interior del lugar de trabajo, una de cada tres personas de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travestí e intersexual (LGBTTTI) reportó haber sido víctima de discriminación por parte de su jefa o jefe.

Tras haber sido sujeto de discriminación, 53 por ciento de las y los entrevistados indicó no haber hecho nada tras la acción en su contra y 15 por ciento aseguró haber tomado alguna medida al respecto. Éstas fueron en 45 por ciento de las situaciones, renunciar; 38 por ciento, acusar con un superior al victimario y 17 por ciento presentó una denuncia en alguna instancia.

Al respecto, 28 por ciento señaló conocer las funciones de las comisiones de derechos humanos; 40 por ciento, nada, y 24 por ciento, más o menos. En el caso del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación, 51 por ciento indicó no conocer sus funciones; 24 por ciento, si, y 25 por ciento, más o menos. Sobre las Juntas de Conciliación y Arbitraje, 54 por ciento afirmó desconocer su funcionamiento; 24 por ciento dijo saberlo más o menos, y 20 por ciento, si.

Sobre la manera de sentirse después de haber sido discriminado, 17 por ciento aseguró no querer ir a trabajar; 17 por ciento se aisló; 15 por ciento cayó en depresión; 13 por ciento bajo su rendimiento, y 12 por ciento registró una pérdida de amistades, entre otras cosas.

Para Ricardo Baruch, de la organización Espolea, la discriminación afecta el rendimiento de las personas en los centros laborales por lo que un ambiente de trabajo libre de discriminación podría provocar que hubiera un mejor rendimiento por parte de quienes son vulnerados.

A manera de conclusión, la encuesta refiere que es necesario que las personas de la comunidad LGBTTTI conozcan los mecanismos legales e institucionales garantes de sus derechos; es necesaria la implementación de campañas de sensibilización sobre diversidad sexual y derechos humanos en los centros de trabajo, y las leyes o normas deben sancionar a quienes discriminan.