El secretario estadounidense de Seguridad Interna, Jeh Johnson, afirmó este martes ante el Congreso que la colaboración del gobierno de México es “clave” para resolver la crisis humanitaria por la oleada de niños que cruzaron la frontera ilegalmente.
“Claramente, una clave en eso es saber qué es lo que el gobierno de México puede hacer”, dijo Johnson ante el Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes, y añadió que la cuestión fronteriza es un asunto de “seguridad compartida”.
Johnson fue invitado a la comisión para que detalle las acciones que el gobierno realiza para atender a los aproximadamente 52.000 niños indocumentados y sin compañía de adultos que han sido detenidos después de cruzar la frontera en los últimos nueve meses.
Aproximadamente dos tercios de esos niños proviene de países centroamericanos y atravesaron todo el territorio mexicano antes de llegar a Estados Unidos.
“Tenemos que comprometer a ese gobierno, y es lo que hemos estado haciendo, inclusive con diálogo de presidente a presidente”, dijo Johnson.
El alto funcionario estadounidense dijo que la colaboración del gobierno de Guatemala era también importante, y por ello viajará a ese país el 8 y 9 de julio.
Los legisladores miembros de la comisión cuestionaron a Johnson sobre el papel de México en tratar de resolver la crisis.
La congresista conservadora Candice Miller llegó a afirmar que México “se ha portado tan mal y de forma tan deshonrosa, que es cómplice del tráfico de personas”.
Para Miller, Estados Unidos debería “reabrir y reexaminar” los tratados de libre comercio de América del Norte (Nafta) y de América Central (Cafta), y suspender toda y cualquier ayuda de Estados Unidos a esos países.
Otro legislador, Jeff Duncan, sugirió utilizar la radio Voz de América “para decirle a esos países que no pueden venir a nuestro país ilegalmente, que no tendrán la ciudadanía y que serán enviados de retorno”.
En tanto, el canciller mexicano, José Antonio Meade, tenía previsto reunirse este martes con funcionarios migratorios locales y federales estadounidenses en la localidad de McAllen, en el estado de Texas (sur), epicentro de la crisis.
Johnson, a su vez, viajará el miércoles a la localidad de Nogales, en el estado de Arizona (suroeste), para visitar los centros locales de atención a los niños retenidos luego de ingresar ilegalmente al país.
Entre octubre de 2013 y mediados de junio de 2014, unos 52.000 menores cruzaron la frontera sin la compañía de adultos, más del doble de la cantidad registrada entre octubre de 2012 y el final de 2013.
El gobierno asegura que los menores no recibirán permisos migratorios especiales y serán deportados.