Ante la oportunidad comercial que representa el incremento significativo de producción de crudos ligeros en Estados Unidos y la reconfiguración de los sistemas de refinación de México, Pemex presentó a la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de EUA una propuesta de intercambio de petróleo crudo.
Bajo este esquema propuesto, México importaría hasta 100 mil barriles diarios de crudos ligeros y condensados de Estados Unidos con el propósito de mezclarlos con nuestro petróleo y mejorar así el proceso en las refinerías de Salamanca, Tula y Salina Cruz, las cuales tienen configuración cracking, a cambio de la exportación de crudos mexicanos pesados para ser procesados en las refinerías estadunidenses de alta conversión coking. Esto no representa un compromiso adicional a los 803 mil barriles diarios de crudo mexicano que se exportaron en promedio a EUA el año pasado.
Entre otros beneficios, este intercambio fortalecería las relaciones comerciales México – EUA en el marco del TLCAN, además de obtenerse una mayor eficiencia logística en términos de menores costos de transporte, uso preferente de transporte marítimo hacia México y reducción del transporte terrestre en EUA. Asimismo, el acuerdo permitiría maximizar el margen de refinación, de acuerdo con la configuración de las refinerías de cada país.
En específico, los beneficios principales para México serían lograr una mayor producción de gasolina y diesel, una menor producción de combustóleo y de petrolíferos con alto contenido de azufre en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), así como una mejor utilización de la capacidad instalada del SNR.
La propuesta fue presentada por Pemex el año pasado a las autoridades norteamericanas y continúan las negociaciones.
Estas oportunidades comerciales derivan de que Petróleos Mexicanos está altamente integrado en el mercado de Norteamérica.