El expediente del periodista Jason Rezaian, detenido en Irán el pasado 22 de julio, ha sido enviado al tribunal de la Revolución Islámica de Teherán, anunció hoy el fiscal general de la capital iraní, Abas Yafari Doulatabadi.
Doulatabadi criticó las alegaciones de las asociaciones de derechos humanos respecto a “la violación de los derechos de los acusados en el tema de visita a sus familias” y subrayó que “la madre de Jason Rezaian, que últimamente había viajado a Irán para ver a su hijo, lo ha visitado dos veces”.
La madre de Jason también “ha mantenido un pequeño encuentro con el interrogador de su hijo”, dijo el fiscal general de Teherán sin dar más detalles.
Rezaian fue detenido junto a su esposa, Yeganeh Salehí, corresponsal del diario emiratí “The National”.
El mismo día fueron detenidos una fotógrafa independiente que había trabajado para “The Washington Post” y su esposo.
Todos ellos tienen doble nacionalidad iraní y estadounidense (que Irán no reconoce) excepto Salehí, que está en trámites de la obtención del permiso de residencia y trabajo en Estados Unidos, país considerado enemigo por Irán y con el que el Gobierno de Teherán no mantiene relaciones diplomáticas.
La fotógrafa y su esposo fueron liberados semanas más tarde, mientras que Salehí fue puesta en libertad bajo fianza a principios de octubre pasado.
Teherán no reconoce la doble nacionalidad, por lo que no ha permitido a ninguno de los estadounidenses tener acceso a asistencia consular.
Según Reporteros Sin Fronteras, en Irán hay en la actualidad 65 periodistas y blogueros detenidos, la mayoría acusados de delitos como “atentar contra la seguridad nacional”, “hacer propaganda contra el Estado”, “difundir falsedades” o “perturbar el orden público”.