Apenas minutos después del anuncio el jueves de las nominaciones para el Óscar apareció en Twitter un hashtag para enmarcar un nuevo debate sobre la falta de diversidad en Hollywood: #OscarsSoWhite (Óscar tan blanco). En breve se convirtió en la tendencia principal del sitio en Estados Unidos.
La selección para los 87 premios de la Academia fue un recordatorio de la lentitud del cambio en la industria cinematográfica de Hollywood, incluso después de lo que parecían progresos para actores negros y cineastas el año pasado debido a la ganadora como mejor película 12 Years a Slave.
Los 20 actores nominados en las cuatro categorías de su rubro -mejor actor y actriz principal, actor y actriz secundario- este año son blancos, y ninguna mujer fue nominada ni en dirección ni en guión. Los expertos lo llamaron “el Óscar más blanco” en años.
La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas tiene unos 6 mil miembros, seleccionados por la calidad de su trabajo y recomendación de miembros existentes. Las delegaciones de la Academia, como de actores y directores, nominan para sus categorías y todos pueden nominar candidatos para mejor película.
“La Academia es aproximadamente un 90 por ciento blanca y 70 por ciento masculina y vemos el triste resultado de eso en la votación”, dijo Tom O’Neil, fundador de la firma de seguimiento de premios Gold Derby, refiriéndose a cifras de un estudio del 2012 del diario Los Angeles Times sobre los votantes.
La raza y el género no son considerados, aunque detrás de bambalinas, los miembros dicen que existen debates en las representaciones sobre cómo hacer la membresía más diversa.
David Oyelowo, protagonista de Selma, y la directora Ava DuVernay no fueron nominados pese a sus candidaturas para los Globos de Oro en la película sobre el activista afroestadounidense por los derechos civiles Martin Luther King Jr.
DuVernay hizo historia al ser la primera mujer negra nominada para un Globo de Oro en la categoría de mejor director.
Algunos historiadores dijeron que la película tergiversaba la posición del presidente Lyndon Johnson sobre el derecho a sufragar.
El filme fue nominado a mejor película y la presidenta de la Academia Cheryl Boone Isaacs -quien también hizo historia como la primera mujer negra presidenta de la organización- destacó esas dos candidaturas.
“Estoy muy feliz de señalar que ‘Selma’ compite por mejor película, lo que significa que el talento que tomó llevar ‘Selma’ a la pantalla fue reconocido, y creo que eso es importante”, afirmó.
Pero la exclusión de “Selma” en las demás categorías importantes -director, producción, actor y guión- posiblemente complique la posibilidad de ganar como mejor película, dijo O’Neil.
“Los críticos la aclamaron como la mejor película del año y el Óscar la ignoró en la mayoría de las categorías, eso significa que hay algo mal”, agregó.
El año pasado, 12 Years a Slave hizo historia como la primera cinta de un director negro, Steve McQueen, en ganar como mejor película. El afroestadunidense John Ridley ganó como mejor guión adaptado y Lupita Nyong’o como mejor actriz secundaria.
Pero si la raza es una gran parte del debate, también lo es el género.
Todas las nominadas a mejor película -American Sniper, Birdman, Boyhood, The Grand Budapest Hotel, The Imitation Game, Selma, The Theory of Everything y Whiplash- son historias sobre hombres con elencos dominados por el género masculino.