Socioformación: Sustantivos epicenos para evitar la exclusión e invisibilización de las mujeres en el lenguaje

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• Utilizar la arroba no es adecuado porque en ninguna lengua le corresponde grafía y por lo tanto tampoco sonido

Mujeres y hombres hacemos posible el articulado movimiento de la sociedad. Pasamos en igualdad de circunstancias naturales por la niñez; cuando nos llevan al Registro Civil adquirimos la nacionalidad; en los Estados Unidos Mexicanos al cumplir 18 años llegamos a la mayoría de edad; hasta los 18 años somos parte de la población –como los extranjeros en territorio mexicano- y adquirimos la ciudadanía de manera formal cuando nos registramos en el padrón electoral y tenemos la facultad de votar y ser votados.

Mujeres y hombres hacemos juntos la historia. Por ello, en esta entrega de Socioformación les comparto con mucho gusto sobre las mujeres y los hombres en el lenguaje.

Hoy voy a compartirles el extraordinario trabajo de la Lingüista, Claudia Guichard Bello, que en 2008, impulsada por el Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), desarrolló el “Manual de comunicación no sexista, hacia un lenguaje incluyente” (disponible en: http://www.imo.oaxaca.gob.mx/sites/www.imo.oaxaca.gob.mx/publicaciones/Libro3%20ManualComunicaci%C3%B3nNoSexista.PDF), para erradicar la discriminación de la mujer en el lenguaje.

De manera amena y muy amable, Claudia Guichard recorre la parte biológica, histórica, sociológica y filosófica del Género, hasta llegar a su manifestación en el lenguaje.

En todas esas esferas es evidente la discriminación hacia la mujer. Y una de las manifestaciones discriminatorias hacia las mujeres es el androcentrismo, sobre el que Guichard Bello nos explica:

• El androcentrismo consiste en asumir como modelo o representante del ser humano al hombre, lo que determina que, en cualquier trabajo o investigación, solo se tome como medida de la población a los hombres y las mujeres queden invisibles, inexistentes, excluidas y ocultas tras la población masculina. Toda la realidad está concebida desde un modelo masculino que se impone a mujeres y hombres.

El androcentrismo tiene dos características principales: la invisibilización y la exclusión.

a) La invisibilización

Es aquella manifestación en donde las mujeres y sus obras no son visibles, pasan desapercibidas, desaparecen por completo o simplemente no se contemplan. Ni siquiera se plantea su existencia, presencia o participación, a pesar de sus contribuciones.

b) La exclusión

Consiste en la omisión de las mujeres abierta y deliberadamente. Es un recurso mediante el cual se quita a las mujeres el lugar que les corresponde, rechazando o negando su calidad de personas autónomas e independientes.

En síntesis -destaca Claudia Guichard en el Manual-, invisibilización y exclusión contribuyen a ocultar y negar la participación femenina tanto en el entorno público como en el privado.

En el lenguaje, el androcentrismo está presente, continúa la Lingüista: “uno de los mecanismos de reproducción de los estereotipos que discriminan e invisibilizan a las mujeres es el lenguaje. El lenguaje es el espejo de nuestras prácticas socioculturales. Los estereotipos dominantes reproducen las percepciones de quien tiene el poder y, como consecuencia, las relaciones desiguales entre los géneros. El lenguaje es el medio fundamental para la expresión del pensamiento, por tanto es el vehículo para la expresión de nuestras ideas. A través del lenguaje nombramos, interpretamos y creamos. El lenguaje refuerza y refleja la ideología patriarcal, aunque también puede contribuir a modificarla”.

• En el caso de las manifestaciones androcéntricas en el lenguaje, un recurso muy utilizado es el empleo del masculino como genérico, que consiste en el uso del masculino como la forma para referir a un grupo de mujeres y hombres, o para aludir a una persona desconocida, con lo que se anula en automático la posibilidad de nombrar a las mujeres.

Así, justo porque el lenguaje puede contribuir a modificar la ideología patriarcal, existe siempre la posibilidad esperanzadora: A través del lenguaje creamos identidad. Recordemos que la lengua es un producto social -como expresa Ferdinand de Saussure-, surge en el momento en que es necesario comunicarse con la otra persona, y asienta su existencia sólo allí, en el seno de una sociedad, en el intercambio entre las personas. Es allí donde se transforma, construye y reconstruye cada vez que emitimos un nuevo mensaje. Condición que le da a la lengua otra característica, el ser una lengua viva, y que sean, por tanto, solo las personas usuarias de esa lengua quienes puedan modificarla en el uso y a partir de sus necesidades de comunicación, continúa Guichard en su contextualización.

“De allí nuestro interés por visibilizar las desigualdades de género en el lenguaje en tanto que recurso fundamental de comunicación, dada su omnipresencia en todos los espacios, y medio en el que podemos incidir para empezar a modificar prácticas y concepciones sobre las mujeres”, enfatiza.

La Lengua Española, rica como es, proporciona los recursos y alternativas que permiten nombrar al género femenino sin demérito del lenguaje escrito o hablado. Tal como propone, Claudia Guichard al describir detalladamente algunas de las alternativas:

• El desdoblamiento.

• El uso de sustantivos comunes o epicenos.

• Agregar las palabras «mujeres y hombres».

• Agregar la palabra «personas».

• Emplear pronombres.

• Modificar los verbos.

Este martes de Socioformación hablemos de los sustantivos epicenos para evitar la exclusión e invisibilización de las mujeres en el lenguaje:

• Los sustantivos comunes o epicenos

Son palabras con las cuales muy bien se puede aludir a mujeres y hombres, ya sea acudiendo al término que refiere a la colectividad o ya sea con términos abstractos, que incluyan a mujeres y hombres; corresponden a un solo género gramatical para referir indistintamente a uno u otro sexo. Así, tenemos sustantivos con género gramatical masculino como: estudiantado, alumnado, profesorado, electorado; y sustantivos con género gramatical femenino como: juventud, infancia, niñez, población, ciudadanía. Con estas palabras podemos aludir a la generalidad o a la persona sin distinción de su sexo. Empleando estas formas, no discriminamos.

• Infancia (http://lema.rae.es/drae/?val=infancia) 2.f. Conjunto de niños de tal edad.

• Juventud (http://lema.rae.es/drae/?val=juventud): 3.f. Conjunto de jóvenes.

• Población (http://lema.rae.es/drae/?val=poblaci%C3%B3n) 2.f. Conjunto de personas que habitan la Tierra o cualquier división geográfica de ella.

• Ciudadanía (http://lema.rae.es/drae/?val=ciudadan%C3%ADa) 2.f. Conjunto de ciudadanos de un Pueblo o una Nación.

Y ojo, mucho ojo: utilizar la arroba para tratar de incluir a ambos géneros no es adecuado porque es un signo, en ninguna lengua le corresponde grafía –es decir, no es una letra- y por lo tanto tampoco le corresponde sonido. Claudia Guichard en el Manual nos explica: “Quienes sugieren el uso de la arroba (@) para hacer referencia a grupos mixtos, olvidan que con este signo no se indica grafía alguna, lo que imposibilita su lectura. Recuerden que a cada grafía (registro gráfico), corresponde un sonido, característica que no cumple la arroba”.

¿De acuerdo? ¡De acuerdo!

Hay más por compartir. Si me ayudan a leer el Manual encontraremos más posibilidades como: las madres y los padres; las y los investigadores; las personas emprendedoras; el estudiantado; quienes estuvieron presentes; se tenga… -entre otras variadas e interesantes formas que podemos incorporar a nuestra expresión y comunicación cotidiana, hablada y escrita-.

Incluyamos, visibilicemos, compartamos. Gracias por su tiempo y atención, me reitero a sus órdenes y les deseo otra productiva semana.

Sobre la autora:

Licenciada en Comunicación y egresada de la maestría en Mercadotecnia; Diplomada en Derecho de Acceso a la Información Pública, Transparencia y Rendición de Cuentas; Diplomada en Políticas Públicas con Perspectiva de Género.

Ha sido catedrática de Publicidad, Mercadotecnia, Marketing Político, Comunicación Política, Opinión Pública, Periodismo, Ética de la Información y Derecho de la Información (DI) en Instituciones de Educación Superior (IES) privadas de Oaxaca. @CruzAmira