El gobierno cubano califico este miércoles de “constructivas y respetuosas” las negociaciones migratorias con Estados Unidos pero rechazó la normativa conocida como de “pies secos, pies mojados” que da residencia a los cubanos emigrados.
La delegación cubana planteó su preocupación por la permanencia de la “Ley de Ajuste Cubano”, aprobada en 1996, que otorga residencia a los ciudadanos cubanos que arriben a territorio estadunidense.
“Esta ley es el principal estímulo para la emigración ilegal desde Cuba hacia los Estados Unidos” señaló Gustavo Machón, subdirector de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Machón consideró también que esta legislación “atenta contra el espíritu y la letra de los acuerdos migratorios” firmados entre ambos países.
El diplomático cubano señaló que en la reunión se analizaron “las tendencias migratorias entre Cuba y Estados Unidos y los flujos entre ambos países”.
Las conversaciones de hoy se centran en mecanismos para regular la emigración cubana hacia Estados Unidos y para combatir el tráfico de personas, uno de los pocos contactos bilaterales que ambos países ya sostenían, con algunas interrupciones, desde los años 90.
La delegación estadunidense está encabezada hoy por el subsecretario asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex. En el transcurso del día está prevista la llegada de Roberta Jacobson, que asumirá la dirección de la delegación.
La parte cubana está presidida por Josefina Vidal, directora para Asuntos de Estados Unidos en el Ministerio de Exteriores de La Habana.