“Hay un debate en Francia sobre los límites de la libertad de expresión, si se puede hablar de todo, reír de todo. Tenemos una respuesta, si, se puede escribir sobre todo lo que tú quieras”.
Así lo manifestó Phiippe Olle Laprune, escritor, traductor y editor francés en su visita a Oaxaca con motivo de la futura apertura en esta entidad de la Casa Refugio para escritores perseguidos.
Laprune, director general de la Casa Refugio Citlatépetl (ubicada en la Ciudad de México perteneciente a la Red Internacional de Casas Refugio (ICORN, por sus siglas en inglés) mencionó lo anterior a propósito del caso del atentado contra las instalaciones de la publicación satírica francesa Charlie Hebdo.
Donde el pasado siete de enero dos extremista islámicos, con el argumento de que la publicación atentaba contra su fe, entraron armados hasta los dientes y al grito de “¡Alá es grande!” asesinaron con más de cincuenta balazos a doce personas (incluyendo a su editor, Stephane Charbonnier y a otros ocho caricaturistas).
“El dibujo más bello de Charlie Hebdo es aquel que pone a Mahoma llorando y diciendo que feo es ser amado por pendejos de este tamaño”.
El activista aseguró que la gente de Charlie Hebdo dijo muchas veces que estaban dispuestos a que su trabajo fuera llevado a un juicio público. Pues ellos no hacían caricaturas para gustar a todo el mundo ni ser la voz oficial de nadie.
Laprune consideró, en referencia al fanatismo islámico, que no se puede combatir a gente “que es tan extremista y que tiene ideas tan estrechas sobre lo que es la libertad de expresión”.
El escritor aceptó que es lógico que se den reacciones contra esta libertad, pero que estas deben quedarse solamente en manifestaciones y marchas públicas.
“Está bien, es el derecho de cualquiera, pero lo que ya no es un derecho es agarrar un fusil y empezar a disparar”.
El francés expuso que el debate sobre los límites de la libertad de expresión se pone más complicado cuando el Papa Francisco, en su papel de derrotero de buena parte de la opinión pública de mundo occidental, empieza a decir que la libertad de expresión está muy bien, siempre y cuando no traspase ciertos límites.
“La iglesia católica quemó a la gente en la hoguera durante mucho tiempo, así que es un poco normal que reaccione así”.
Laprune se pronunció por que las diferencias en cuanto a los alcances de la libertad se queden dentro de un marco de civilidad, circunscritas a un estado de derecho y de civilidad.
“Si tu mañanas escribes que yo dije que Al Qaeda es una cosa genial, pues yo te demando”.
