Este es un mundo con dictaduras con caras sonrientes. Mohsen Emadi

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“México e Irán compartimos las mismas ruinas” afirma el escritor, traductor y poeta Mohsen Emadi en su paso por Oaxaca en la presentación de la Casa Refugio Oaxaca para escritores perseguidos, de la que su primera versión, la casa refugio Citlaltépetl ubicada en la Ciudad de México, el iraní es huésped desde hace dos años y medio.

Emadi sabe de lo que habla cuando habla de ruinas, pues cuenta que cuando huyó de Irán en 2009, después de dar pelea en las calles contra las milicias del presidente Mahmud Ahmadineyad, “murió mucha gente y había amigos míos muertos en la cárcel, torturados”

El poeta cuenta que, en su país existe una dictadura que se esconde como democracia. Un sistema mafioso de milicia. “Ellos tienen negocios en Irán y han cooptado los espacios culturales. Todos los escritores y artistas allá están amenazados por esta organización militar”

El autor de La Flor de los renglones y No hablamos de sus ojos aseguró que, el respeto a la otredad del otro se basa en tener claro que la respuesta a la palabra es la palabra.

“No se limita a este país u a otro país” considera el iraní. “En Estados Unidos también se persigue la libertad de expresión, pero su mecanismo de censura es distinto, como muchos países que tenemos democracia con dictaduras con caras sonrientes”

Para Mohsen todo se limita a una cuestión de estar atento a la experiencia, “de cómo podemos respetar al otro, de poder aceptar la existencia del otro”

Con residencias en Finlandia, España y Republica Checa, antes de llegar a México, el autor asegura que su lucha política en Irán continúa y que ya en la experiencia del exilio es cuando se puede uno terminar de dar cuenta que es la diferencia la que enriquece al mundo.

“La dictadura busca disolver al otro en su propio ego. Un yo para la dictadura quiere decir que yo soy todo”

Poco antes, en la lectura de uno de sus poemas, Emadi habló de que en poesía nada tiene fecha de caducidad.

“Está en pie cara a cara la palabra para que toque tu cuerpo, por mucho que el traje de guardia te siente bien. Puedes lanzar cien guarniciones de palabras a la calle, que el poema vive en el silencio”

En este exilio mexicano Mohsen Emadi le apuesta a su alma, a sus palabras, a sus cordura, y a eso que las une y lo mantienen vivo en un infierno blanco en el que mordisquea manzanas y elude a las serpientes.