“La igualdad es nuestra meta, nuestro horizonte. No se puede pensar que, esta no se va a lograr totalmente. Igualdad en derechos, accesos y oportunidades es la igualdad a la que tenemos que arribar en la realidad”.
Así lo dijo en entrevista Martha Leñero Llaca, doctora en pedagogía, quien estuvo en Oaxaca para impartir el módulo final del diplomado de equidad de género, a maestras y maestros formadores de docentes adscritos a la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Leñero afirmó la cuestión sobre género no es en si la diferencia, sino en cómo introducir a la diferencia en la igualdad.
“Por mas diferente que seas, porque tienes derecho a serlo. Con todo y tu diferencia eres igual.”
Pues no es importante que tan diferentes sean las diferencias. El problema viene cuando esa diferencia se usa para excluir, para no dejar entrar, para cerrar las puertas.
“El ABC en estudios de género nos dice que la diferencia no es lo opuesto a la igualdad, lo opuesto a la igualdad es la desigualdad, así de fácil.”
La académica considero que, el género es una reflexión para ambos sexos, pues este son las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres
“Todas y todos estamos convocados a reflexionar sobre cómo nos podemos relacionar mejor sin superioridades, ni inferioridades, sin discriminación”.
Leñero Llaca, quien lleva más de diez años de trabajar en el Programa de Estudios de género de la UNAM, y quien colaboro en el diagnóstico sobre equidad de género que sobre aquella institución educativa se realizara hace unos años, consideró que sobre el estado de la equidad de género en México hay ya un considerable trabajo en difusión y en generar la información que hacía falta.
“Estadísticas, datos. Información que en verdad aquilata y mide cual es la situación real de la desigualdad y violencia de género”
“Durante mucho tiempo se tomaba como algo natural, decían, es violencia pero no importa porque así es”.
Leñero aseguró que nuestro país ha entrado a firmar ya una considerable cantidad de acuerdos con organismos internacionales, procuradores de la igualdad de género como la CEDAO, Conferencia Internacional de las Mujeres, quien tuvo su primera convención en el México de 1975.
“Logros en política pública para la equidad. Hay ya una plataforma que hace treinta años no existía. Estamos amparadas como mujeres y como país en este tipo de acuerdos”
La pedagoga quien cuenta que, durante su adolescencia empezó a entrarle al tema leyendo Debate feminista, revista de la reconocida Martha Lamas, explica que cuando de violencia de género se trata, las tradiciones no hacen ningún bien
“Vamos formando y debatiendo este tema, para ir detectando donde están los focos rojos”
Sobre si los feminicidios siguen siendo en México un foco rojo como lo fueron en Ciudad Juárez desde los noventas, Leñero no pudo tener una respuesta.
“No sé, el problema de la medición es que a veces no recoge la realidad. El Estado de México tiene un altísimo problema de feminicidios que, no están registrados. Hay muchísimos que no se denuncia y de los que no se saben.”
“La denuncia todavía sigue siendo un problema, hay mucho problema en que las mujeres vayan a denunciar. Estamos atorados ahí”
En relación a si en un país tan violentado social, política y criminalmente como el México actual, el clima feminicida y de inequidad de género no se torna más espeso e impune, la pedagoga respondió que sí, que este afecta cada vez más a las mujeres y a su vulnerabilidad social.
“Hay un miedo, esto es estructural y se vuelve muy difícil saber por dónde acabar. Vivimos en una sobreprotección con nuestras hijas y nuestros hijos”
“Como sociedad nos toca no quedarnos en el miedo, a nivel político los causes son muy pocos. Pero se trata de que en el pequeño campo de acción que nos corresponde a cada uno, tratemos de hacer conciencia de como están las cosas”
Perteneciente a una red de académicas sobre género, Martha Leñero calificó de “muy buena” su experiencia con el magisterio oaxaqueño.
“Maestras y maestros entusiasmados con ganas de aprender y de hacer cambios en las cuestiones de género en las instituciones en las que trabajan. Dónde cada quien pensó y presentó un proyecto de género”
En el curso una maestra le expresó a Leñero que, ella se llevaba muy poco del diplomado, porque aún tenía que empezar a cambiar muchas cosas en su vida diaria. Al respecto Leñero Llaca patentizó la importancia de este primer cambio interno.
“No puedo cambiar si mi pensamiento sigue siendo tradicional, misógino, discriminatorio. Dónde sigo pesando a los hombres como superiores a las mujeres”.
