El agua como derecho fundamental humano es indispensable para que toda la población viva dignamente y no para privilegiar a solo una fracción, asentó el senador oaxaqueño Benjamín Robles Montoya al proponer una reforma a la Ley de Aguas Nacionales para garantizarles a los sectores más vulnerables el acceso al vital líquido.
Y es que señaló que son las comunidades indígenas y los campesinos quienes frecuentemente padecen discriminación porque constantemente sus territorios donde están los mantos acuíferos son objeto de veda, a pesar de que son ellos los que trabajan para reabastecerlos.
El derecho humano al agua, dijo, es aquel a disponer de la suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para todos, incluso para los sectores más vulnerables y marginados de la población.
En consecuencia, consideró que el gobierno federal debe velar porque la asignación de los recursos de agua y las inversiones, faciliten el acceso al agua a todos los miembros de la sociedad.
La política del Estado, enfatizó, debe sentar las bases para una tutela efectiva del acceso al agua, que garantice el desarrollo y bienestar de la sociedad. Por lo que, el Estado no puede ni debe sustraerse de la obligación de garantizar el derecho al agua.
En ese sentido, Robles Montoya presentará al pleno del Senado de la República una reforma a la Ley de Aguas Nacionales para que se establezca un trato de excepción a los campesinos que realicen obras y actividades que contribuyan en forma constante en la protección, mejoramiento, conservación y restauración de las cuencas hidrológicas.
Además de establecer la obligación de consultar a las comunidades indígenas previo a que el Ejecutivo Federal decrete el establecimiento de zonas reglamentadas, zonas de veda o declarar la reserva de aguas en sus territorios.