Conapred entrega premio póstumo a Carlos Monsiváis

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Por su activismo encaminado a la eliminación de estereotipos y prejuicios sociales, la Asamblea Consultiva del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación otorgó el “Premio Póstumo por la Igualdad y la No Discriminación” a Carlos Monsiváis, cronista y ensayista que se distinguió por apoyar a grupos en situación de vulnerabilidad.

Dicho premio, al igual que el Premio por la Igualdad y la No Discriminación, reconoce el esfuerzo individual y de grupo de quienes luchan a favor de los derechos humanos y contra la discriminación.

De acuedo con la antrópologa, Marta Lamas, quien entregó el galardón a la prima del fallecido escritor, Beatriz Sánchez Monsiváis, el autor de Salvador Novo. Lo marginal en el centro “sigue siendo un precedente no solo como el escritor que se sigue leyendo, sino como el intelectual que supo conservar su independencia crítica y que hoy en día es una referencia obligada para quienes tienen un papel activo ante los problemas de la sociedad”.

La también integrante de la Asamblea Consultiva del Conapred refirió que Monsiváis, a través de la crónica y el ensayo incluyó la temática de las luchas sociales en México y América Latina; realizó crónicas periodísticas que documentaron violaciones a los derechos humanos; fue defensor del movimiento indígena, de las personas con discapacidad, aliado en la lucha por los derechos de la mujer, promotor de la atención al VIH, el respeto de la diversidad sexual y el rechazo a toda forma de discriminación, y demostró con vida y obra que el periodismo y la escritura son herramientas que permiten cambios culturales que favorecen la igualdad y la no discriminación.

La investigadora del Programa Universitario de Estudios de Género agregó que el también periodista, fallecido el 19 de junio de 2010, hijo de madre soltera, protestante y homosexual pero con gran inteligencia, quien afirmaba que le tocó nacer del lado de las minorías, se convirtió en una de las figuras notables de la cultura y la política en México porque logró acumular un importante capital cultural social y político y se convirtió en una figura pública de primer nivel y uno de los intelectuales más notables capaz de formar opinión y por lo mismo de los más escuchados.

Además, afirmó la fundadora de la revista Debate Feminista, su obra ha marcado un antes y un después en la vida cultural de este país debido a que su compromiso por combatir la discriminación y exclusión social siempre dio frutos.

Asimismo, recordó que para el estudioso de la realidad mexicana, las causas pérdidas, para Monsiváis, eran aquellas de las que nunca se aceptan ventajas así que veía como héroes y heroínas a quienes se integraban en unidades y plantones de apoyo a grupos ecologistas, etnias y colectivos feministas y publicaciones de toda índole a quienes se les denominó contracultura pero que en realidad deberían ser reconocidos como resistencia cultural.

Por esa razón, señaló Lamas, Monsiváis luchó contra el clasismo, racismo, sexismo, intolerancia religiosa, el machismo, la homofobia el antisemitismo la islamofobia y cuantas determinaciones registrara, insistía en las cosas que conjuntaban la libertad y dignidad de las personas y defendió y acompañó a grupos de indígenas, migrantes de trabajadores sexuales, mujeres feministas, presos políticos, madres y familiares de desaparecidos, grupos religiosos, personas infectadas con VIH/sida y a homosexuales y lesbianas.

Los demás galardonados

En la categoría nacional, el galardón fue para Emilia González Tercero, defensora de los derechos humanos, quien dedicó su galardón a todos los activistas que trabajan en favor de un México de derechos , en quienes dijo se encuentra la esperanza de refundar un país donde la memoria y la verdad sean el eje fundamentan de su labor.

Al recibir el premio, González Tercero reiteró que sólo al capacitar a otros sobre derechos humanos y al visibilizar las violaciones a los derechos humanos se alcanzará la justicia y la reparación del daño. Por ello exhortó a las y los jóvenes activistas a que tengan valor para refundar a México dándole voz y rostro a las niñas, niños, mujeres, personas indígenas y migrantes.

En el rubro internacional, el reconocimiento fue otorgado a Rosa María Ortiz, relatora de Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien indicó que “los derechos humanos son la tabla de salvación frente a la barbarie, son el horizonte hacia la democracia sólo si se toman enserio”.

Frente a esto dijo “es necesario invertir en la universalidad de los servicios públicos como la salud y la educación, fortalecer los espacios públicos, promover las actividades artísticas, culturales y deportivas que contribuirán a la equidad. Políticas que eliminarán los estigmas y combatirán la discriminación estructural de la que son objeto la niñez y jóvenes”.

El premio institucional fue dado a la Red de Casas del Migrante Centro de Derechos Humanos de la zona Norte y recibido en representación de la institución por el padre Pedro Pantoja quien explicó que las personas migrantes en México se convierten a diario en víctimas de la discriminación, y por tanto, es necesario “visibilizar a las personas migrantes y hacernos cómplices como ciudadanos y como instituciones podrá lograr que las y los migrantes tengan una vida digna a través de la educación el accesos a la salud, trabajo y justicia”.