El viaje libre de covers de Melbeat

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Melbeat son Melodie Pichardo, guitarra y voz, y Alma Vargas, percusiones, melódica y armónica. Melbeat es El Viaje, son las ganas de moverse y de no encerrarse en ese lugar en el que no se quiere estar.

“Viajamos para viajar, para conocer. Estábamos trabajando en una distribuidora de granos y semillas y estábamos fastidiadas del trabajo cotidiano.”

Aclara Vargas, mientras que Pichardo acepta que ella siempre había querido viajar, pero que no había encontrado con quien.

Melodie y Alma empezaron cotorreando y terminaron agarrando un raid que, duró tres meses y que fue de Tijuana hasta Salinacruz, Oaxaca.

“En el viaje empezamos a tocar para sacar para comer, tocamos en los tacos, en los restaurantes”, recuerda Melodie sobre un periplo del que terminaron saliendo dos canciones propias.

Las dos mujeres empezaron tocando covers de boleros como Bésame mucho y Esclavo y amo, o de huapangos como La malagueña o La luna tucumana, con arreglos mas rítmicos y modernizados. “Eran como nuestro relleno” menciona Alma.

Con un intenso recorrido de la costa de Jalisco a la costa de Guerrero, con un robo de celular en Nayarit (donde a pesar de que lo robado estuvo leve, “se asustaron muchísimo”) con un tipo loco que, empezó a acosarlas en una playa de Jalisco y por lo cual tuvieron que salir corriendo de ahí al día siguiente, con una caminata por todo Chilpancingo, Guerrero, por no saber que camión tomar, con una acampada en las playas que Acapulco que las dos definen como maravillosa, con un huracán que las pescó llegando a Salinacruz y que las llevó a emprender el camino de vuelta, Melbeat completó en el 2013 el primer viaje de su carrera.

A este siguieron otras travesías por el Bajío del país y por Sonora, siendo la más reciente una gira que las llevó a cruzar el río Suchiate de ilegales en una balsa y presentarse en Antigua, Guatemala.

Alma y Melodie, quienes se conocieron en una fiesta poética, reencontrándose un año después en el bar Zacazonapam de Tijuana, mencionan que, sus viajes han llevado a que sus letras cada vez se tornen más vivas, mas reales.

“El proceso creativo se vuelve más simple cuando tienes más experiencias y ves más cosas. Hay un sinfín de temas que van saliendo” puntualiza Melodie, quien es la encargada de componer los temas de dueto

“Me quiero ir, es una canción que escribí hace unos quince años, y habla sobre cuando yo vivía en Mexicali y tenía ganas de beber y conocer otras cosas, otras realidades, otras personas. La diferencia de vivir en el bosque o en la playa , y no en un lugar súper árido como en el que vivía”

“Son canciones positivas. De crecer y de seguir conociendo el amor “ declara Vargas, para quien conocer otros contextos y otros ecosistemas diferentes al suyo es un asunto primordial.

“Se trata de buscarle el lado chido a la vida a pesar del caos, hemos visto que posible. A pesar de que en nuestros viajes nos hemos encontrado con el lado oscuro del ser humano, también hemos visto el lado luminoso y en ese preferimos estar”

Aclara Melodie como filosofía de chamba y de vida en una banda-dueto al que lo une el amor, el viaje y la música, y acota.

“La esencia no sea solo vender discos o ser famosas, se trata de hacer que la música tenga un esencia real y única”

David Bowie y David Gilmour son los músicos rompe moldes y y con proclividad a trascender esquemas para lanzarse a hacer algo diferente, que gustan a la banda.

“Lo que trasciende de ellos es la esencia de su música, su emoción por hacerla, por crearla, por vivirla paralela a vida” dice Vargas con palabras que parecieran tener la calidad de futura meta.

“Estamos felices con lo que vivimos ahora. Esperamos estar haciendo esto dentro treinta años y estarlo haciendo mejor.”