Patricia Piñones, investigadora, docente y académica del programa universitario de estudios de género de la UNAM, consideró en entrevista que la perspectiva de equidad de género en los planes de estudios y los métodos de enseñanza de la educación pública del país aun se encuentra en pañales y con un montón de cosas aun por lograr y poner en marcha.
Es muy incipiente, estamos empezando, no creo que ni siquiera hayamos concluido el terreno de la sensibilización”.
La investigadora manifestó además que el momento complicado, político y coyuntural que vive el país debe ser aprovechado para echar a andar propuestas políticas y programas que busquen la equidad, no solo en la de género, sino en todos los ámbitos.
Piñones comentó que la situación del género en el magisterio nacional se comenzó a plantear desde el 2008, por lo que ahora en el 2015, los esfuerzos en esa temática se mantienen incipientes y algo desordenados.
Explicó que una vez que los maestros y maestras son sensibilizados en esta temática, lo que sigue es formarse en la materia para que a su vez esa formación en cuestiones de género les permita sensibilizar a su vez a otros maestros y maestras.
“Los temas de género en los espacios públicos nos permitirá acceder a menos violencia, menos discriminación” consideró Piñones y contó sobre su trabajo de sensibilización de equidad de género que estado llevando a cabo desde el 2008 en la Secretaría de Defensa Nacional.
“En ese año se les asigna a la SEDENA desde la cámara de diputados presupuesto para cuestiones de género. Estos fondos los tenía que administrar la SEDENA y entonces acudieron a la UNAM. Lo que hicimos en una primera oportunidad fue un paquete de 16 conferencias y actualizaciones a gente de la secretaría”.
Piñones consideró que las conferencias son un buen punto de sensibilización pero que existen muchas más cosas que hacer. “Se comenzó con diplomado en formación de género, y al siguiente año un programa de formación de formadores para que ellos se hicieran cargo, y después vino el análisis de revisión curricular de seis escuelas de nivel superior de educación militar”.
“Yo le decía a los militares, vamos a trabajar con sus planes de estudio” contó la docente y platicó que argumentó en la entidad castrense que el que ya hubiera mujeres en el ejército no iba a significar nada si los planes de estudio seguían diciendo que las mujeres no podían hacer ciertas cosas porque estas eran privativas de los hombres.
“Les preguntaba, a ver, díganme, ¿la mujer va a cargar los aviones?. No, utiliza los simuladores que no pesan y eso lo podemos hacer hombres y mujeres”.
Piñones señaló que pese a lo que pudiera hacer pensar la rigidez ideológica de la institución no encontró renuencia para los temas de género ni más ni menos que con cualquier otra población.
“Me encontré alumnas y alumnos participativos y entregados. A diferencia de lo que uno se podría imaginar. Alguien me dijo alguna vez, ah bueno, lo que pasa es que son muy disciplinados y se cuadran. Pero no, pocos alumnos tan críticos y participadores y participadoras como en la SEDENA”.
