México tiene inventiva e ideas; sin embargo, hace falta el trabajo en equipo para concretarlas, comentó Leopoldo Ruiz Huerta, investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (Ccadet), de la UNAM.
En el contexto del Día del Inventor Mexicano, que se conmemora el 17 de febrero para recordar el natalicio de Guillermo González Camarena, creador del sistema para transmitir la televisión a color, Ruiz Huerta expresó que los mexicanos estamos bien ubicados a escala mundial en cuanto a inventiva, pero se trabaja con recursos limitados.
El investigador señaló en un comunicado que en el país “nos ingeniamos para resolver un problema propio, pero no siempre uno colectivo; además, carecemos de una legislación que premie o estimule esta labor en conjunto y tendemos a no apegarnos a las reglas de los procesos internacionales en la materia”.
El doctor en ingeniería, responsable del Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva, Digitalización 3D y Tomografía Computarizada del Ccadet, expresó que inventar es dar una solución inédita para resolver un problema.
Como académico, afirmó estar involucrado en que el invento tenga además un beneficio social a partir del conocimiento.
El académico aseveró que uno de los objetivos principales de la generación de conocimiento es producir bienestar, y al conjugarlo con inventiva y creatividad, puede convertirse en una nueva tecnología.
El catedratico destacó también que la eficiencia de un invento radica en que se realicen varias pruebas prácticas y que se someta a una verificación para que la solución sea realmente viable.
“Los procesos deben ser cuantificados, revisados, de mejora continua; que sean pequeñas aportaciones que modifiquen el quehacer humano en términos de un beneficio”, señaló.
Ruiz Huerta comentó que los procesos inventivos surgen de la satisfacción o de la creación de una necesidad.
“Las personas que son sometidas a retos en su vida académica y cotidiana tienden a ser más creativas que las nacidas con todas sus necesidades solucionadas”, explicó.
“A nivel personal, cada individuo nace con una serie de habilidades, pero someterlo a ambientes que lo reten y a condiciones que le exijan soluciones para su propio entorno, será un estímulo que dispare la inventiva”, abundó.
Finalmente, el experto concluyó que en México las carreras relacionadas con la ingeniería y el diseño industrial impulsan la creatividad de los estudiantes, pero sobre todo someten a los alumnos al ejercicio de trabajar en equipo, “algo que hace mucha falta en el país”.