A raíz de la polémica que se armó cuando empleados del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) pusieron un pizarrón con el menú de la cafetería del instituto en una de las esculturas del artista Fernando Andriacci, a manera de protesta por su invasiva colocación frente a su lugar de trabajo, se colocó también en la base del busto un oficio con fecha 24 de octubre de 2014, que María Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) había dirigido al Maestro Francisco Toledo.
En él la directora del INAH expresaba que había dado instrucciones al director del Centro INAH –Oaxaca, Sergio Bautista, para que este procediera de inmediato a la firma de un acuerdo entre su instituto y el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, a efecto de que este último no volviera a instalar esculturas ni ningún tipo de mobiliario en las calles del Centro Histórico sin una autorización previa del INAH .
Al respecto Verónica Arredondo, directora de Centro Histórico y Patrimonio Edificado, dirección adscrita a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Publicas, la cual a su vez depende del municipio de Oaxaca de Juárez, señala de inmediato.
“Ese escrito no me llegó a mí, ni al municipio” y explica que a raíz de la petición de Franco a su delegado se suscito un esfuerzo de colaboración entre la dirección a su cargo, el INAH – Oaxaca, y la secretaria de Turismo para generar la conformación de un comité ciudadano que evalué y vigile las expresiones de arte urbano en la vía pública de la ciudad de Oaxaca.
“Posiblemente sea el secretario de turismo (José Zorrilla) y algunas personalidades del medio artístico de Oaxaca” responde la funcionaria a la pregunta de quienes podrían conformar dicho comité evaluador.
Asegura que la confirmación de dicho comité aun se encuentra en pláticas, que será el lunes o martes de la próxima semana cuando ella pueda reunirse con el delegado Bautista y el secretario Zorrilla para una primera evaluación del tema.
Respecto a las esculturas de Fernando Andriacci que se encuentran distribuidas por toda la ciudad Arredondo asegura que estas son propiedad del escultor, no de políticos, ni de otros particulares.
“En ningún momento se han comprado ni se ha gastado recurso público para adquirir las esculturas “informa la funcionaria y recuerda que el que las esculturas de Andriacci estén en la vía pública responde a una convocatoria pública que lanzo el municipio, en la cual invitaba a los artistas a prestar sus obras para adornar la ciudad y a la que el pintor y escultor fue el único que respondió.
Sobre el zancudo que está colocado en periférico, Arredondo observa que es la única escultura que ya es propiedad del municipio, pues fue una donación expresa del artista.
Sin poder precisar cuánto tiempo más se estarán exhibiendo públicamente las esculturas con formas zoológicas, Arredondo responde al cuestionamiento sobre si la obra de Andriacci posee la suficiente calidad artística que se necesita para ocupar el espacio público.
“Es bien difícil de evaluar, puede gustarle a usted o no, puede gustarle al maestro Francisco Toledo o puede no gustarle. Incluso hay mucha gente a la que no le gusta la obra de Francisco Toledo. Ese tipo de cuestiones no pueden ser evaluadas del uno al diez”
La funcionaria finaliza señalando que las esculturas de Andriacci pueden o no gustarle a un sector de la población, pero que sin embargo “cumplen un trabajo importante en el aspecto de ocupar el espacio público para el arte”.