Los nueve gobernadores que ganen las elecciones el próximo 7 de junio heredarán una deuda de 114 mil 661 millones de pesos y, en breve, ya no tendrán la manga ancha que tuvieron sus colegas en funciones para solicitar nuevos créditos.
De las nueve entidades que este año elegirán gobernador, la más endeudada es Nuevo León, pues acumula obligaciones financieras por 61 mil 179 millones de pesos, según cifras de la Secretaría de Hacienda. Dicho monto equivale a más del doble de la deuda que tenía el estado en 2009, año en que Rodrigo Medina llegó al poder, cuando acumulaba compromisos por 27 mil 70 millones de pesos.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando los gobernadores podían contratar deuda sin mayores restricciones, el día que los mandatarios electos entren en funciones es probable que ya esté en vigor la reforma constitucional que faculta al Poder Legislativo a controlar el endeudamiento de las entidades y que otorga poderes a la Secretaría de Hacienda para evitar que los desórdenes contables pongan en riesgo las finanzas nacionales.
De los estados que irán a las urnas, Querétaro es el que tiene una deuda más manejable, pues asciende a mil 678 millones de pesos, lo que equivale a 0.5 por ciento del PIB estatal.
ESPERAN 114 MIL MDP DE DEUDA A EJECUTIVOS
Una vez ganadas las elecciones del 7 de junio, los nueve gobernadores electos deberán apresurarse a buscar un buen secretario de Finanzas o su equivalente, pues, en conjunto, heredarán una deuda de 114 mil 661 millones de pesos y, en breve, ya no tendrán la manga ancha que tuvieron sus antecesores para endeudarse.
De las nueve entidades que este año elegirán gobernador, la más endeudada es Nuevo León, pues acumula obligaciones financieras por 61 mil 179 millones de pesos, según cifras de la Secretaría de Hacienda.
Dicho monto equivale a más del doble de la deuda que tenía el estado en 2009, año en que Rodrigo Medina llegó al poder, cuando acumulaba compromisos por 27 mil 70 millones de pesos.
Cualquiera de los hoy aspirantes que gane la gubernatura de Nuevo León deberá encarar una deuda que equivale a 228% de las participaciones federales de la entidad y a 5.2% del Producto Interno Bruto estatal, el porcentaje más alto del país.
Sin embargo, a diferencia del pasado, cuando los gobernadores podían contratar deuda sin ninguna restricción, el día en que los mandatarios electos entren en funciones es probable que ya esté en vigor la reforma constitucional que faculta al Poder Legislativo a controlar el endeudamiento de las entidades y que otorga poderes a la Secretaría de Hacienda para evitar que los desórdenes contables pongan en riesgo las finanzas nacionales.
La Reforma —aprobada por los senadores la semana pasada y que ahora debe ser votada por al menos 17 Congresos estatales— señala que los gobernadores estarán obligados a contar con el voto aprobatorio de las dos terceras partes del pleno de su respectivo Congreso para endeudarse o para reestructurar sus estados contables.
Adicionalmente, el Congreso de la Unión tiene facultades para formar una comisión de diputados federales y senadores que monitoree el comportamiento del endeudamiento estatal y municipal. Actualmente las 32 entidades del país, en conjunto, adeudan un total de 509 mil 690 millones de pesos.
La Reforma instruye también la creación de un sistema de alertas para evitar el sobreendeudamiento de las entidades y autoriza a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a revisar los endeudamientos estatales y municipales cuando tengan la garantía de la Federación.
Endeudamiento creció 40%
Otro de los estados con focos rojos en sus finanzas que este año irá a las urnas es Sonora, cuyo gobierno adeuda 19 mil 889 millones de pesos. Tales pasivos son equivalentes a 55% de sus ingresos anuales totales y a 4.2% del Producto Interno Bruto estatal.
En Sonora, quien gane la gubernatura deberá lidiar con una deuda que creció 40% en el gobierno de Guillermo Padrés Elías, que recibió el encargo en 2009 debiendo 14 mil millones de pesos.
Actualmente, si la entidad destinara íntegramente las participaciones federales de un año para pagar la deuda no le alcanzaría, pues los pasivos ascienden a 115% de los recursos que le hace llegar la Federación.
Adeudos pasan de dos mmdp a 17 mmdp en nueve años
Situación similar se vive en Michoacán, una de las entidades que más se ha sobregirado en los últimos años. De una deuda de dos mil 811 millones de pesos que había en 2006, cuando gobernaba el perredista Lázaro Cárdenas Batel, la cifra se elevó a 10 mil millones en 2010, segundo año de gobierno del también perredista Leonel Godoy Rangel.
Actualmente, la administración de Salvador Jara tiene pasivos por 17 mil 329 millones de pesos, equivalente a 93% de las participaciones federales de un año y a 4.5% del Producto Interno Bruto estatal.
Quien gane de los candidatos recibirá un endeudamiento que equivale a 37.7% de los ingresos totales de la entidad, cuya economía se ha visto afectada por la violencia generada por los grupos de la delincuencia organizada y de los que se autoorganizaron para combatirlos.