“Leemos para nosotras, pero también leemos porque sabemos que formamos parte de una sociedad doliente, desigual.”
Esta fue la presentación del Primer aniversario del Círculo de Lectura “Por nosotras mismas”, grupo de mujeres lectoras que el jueves de cada quince días se reúnen a leer algún libro escrito por una mujer, con el propósito de visibilizar para ellas mismas el cómo son atravesadas por una cultura patriarcal y de estereotipos de género, de los que se apartan para reconstruirse colectivamente entre ellas mismas.
“Alguien habla de lo que leyó y le está haciendo sentido, o algo que ninguna haya leído, pero que encontramos y nos va llamando la atención.” comenta la psicóloga social Aurea Ceja, fundadora de este círculo que hoy comprende a trece mujeres entre las que se encuentran abogadas, psicólogas, comunicólogas y biólogas.
“Leemos a mujeres porque sabemos que hay experiencias y perspectivas de vida que no conocemos, porque no nos las enseñaron en la escuela y porque estas solo pueden ser rescatadas, como dice la escritora Rosa Montero, -escuchando el susurro de las mujeres.”
Comenta en el discurso de bienvenida del primer aniversario, la comunicóloga y feminista Anel Flores, en una tertulia literaria y de convivencia en el que se leyeron los trabajos de algunas escritoras en los que destacó la prosa cuestionadora y juguetona de la escritora oaxaqueña Mahra Ramos.
“A la par de leer y reflexionar sobre los libros, vamos reflexionando sobre nuestra propia vida.” aseguró Ceja, quien se refirió a algunos ejemplos de lecturas, que dieron de que hablar hacia el interior del grupo.
Como, “Querido Diego, te abraza Kiela”, de Elena Poniatowska, una sesión fuerte e intensa que las conectó con la parte amorosa, con los duelos y el cómo en algún momento se llegan a encontrar absortas y absorbidas en una relación que no necesariamente les resultara positiva.
“Valeria Luiselli lo dice bien, -hay libros que serán siempre nuestros callejones sin salida y otros, que se convierten en puente-“
Menciona Anel Flores sobre la autora de Pretoria, texto que en el Círculo puso sobre la mesa la exigencia y carga social que existe hacia las adolescentes desde tiempos inmemoriales y los pendientes que de su ausencia de confrontación van quedando.
“Se trata de recuperar parte de nuestra propia historia. Somos diversas y partimos de las coincidencias, del encuentro de ser mujer y la experiencia de serlo. Cada quien se lleva lo que necesita, no necesariamente tenemos que llegar a un acuerdo.”
Considera Aurea, mientras que Anel mira a este círculo de lectura como un ejercicio reivindicativo.
“Sabemos que leer ha sido siempre una práctica peligrosa para el mundo patriarcal. Dicen que las mujeres que leen son peligrosas.”
Ceja, Flores, Mary Carmen Ortega, Adriana Filio, Bibi López, Edna Velasco, Alba Reyes, Irais Trujillo, Laura Escobar, Wendy Arreola y Beatriz Rojas, son algunas de estas “peligrosas mujeres” que revisan la obra de otra mujeres que han nutrido a la literatura universal, pero que en la práctica no se les reconoce completamente ni en los premios Nobel, ni en los estantes de las librerías.
Aurea Ceja afirma que, “Por nosotras mismas” le ha permitido establecer un diálogo con las autoras de los libros y encontrar una parte suya y personal a partir de la experiencia relatada y vivida por otras.
“Me ha permitido ver que esto que me pasa, no solamente me pasa a mí, sino nos pasa a muchas otras, y poder nombrar eso que nos pasa, que nos duele y que nos molesta.”
Por su parte Anel , prefiere citar una frase de la poeta Rosario Castellanos que lo dice todo sobre este Círculo de lectura.
“Como lectoras comunes, aspiramos, cuando leemos, a vivir entre las que viven.”