La delegación cubana ante el Foro de la Sociedad Civil paralelo a la Cumbre de las Américas decidió no participar en la sesión plenaria de clausura en protesta por la presencia en el evento de lo que llamaron “mercenarios pagados desde el exterior”. Al acto final asiste el presidente de Estados Unidos Barack Obama y una veintena de mandatarios más.
Además de la retirada de los cubanos, los delegados pro gobiernistas de Ecuador y Venezuela que intentaron acreditarse en el evento estrella quedaron subrepresentados ante la abrumadora presencia de opositores a los presidentes Nicolás Maduro y Rafael Correa, cuyo viaje y permisos de acceso corrieron a cuenta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La legisladora de Ecuador, María Augusta Calle, nueva embajadora de su país en Venezuela, expresó que el trato que los organizadores del Foro dieron a los representantes sociales de su país, Venezuela y Cuba “fue indignante” y con ello el organismo multilateral puso en entredicho la verdadera naturaleza de este encuentro “que tenía que haber propiciado el protagonismo de la sociedad civil”.
Calle, periodista e integrante del partido oficialista Alianza PAIS, señaló que la OEA actuó en Panamá “como una oficina de intereses de Estados Unidos” y no como un organismo que debería representar a todos los Estados de la región”. Subrayó que si el organismo que ahora preside el uruguayo Luis Almagro, tras el fin de la gestión del chileno Insulza continúa con esta línea de acción, su gobierno evaluará seriamente si continúa como miembro de la OEA.
Esta mañana se conoció que en los resolutivos finales fue incluida una versión elaborada exclusivamente por disidentes cubanos mientras que las propuestas e intervenciones de los delegados oficiales fueron excluidas.